La empresa estatal finlandesa Fortum Oyj ha iniciado un arbitraje en Estocolmo contra Vestas por rescindir contratos de proyectos eólicos rusos. Según el fabricante de turbinas, Vestas rescindió estos contratos para cumplir las sanciones de la Unión Europea derivadas de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Pero Fortum asegura que ambas empresas firmaron el contrato antes de la invasión rusa de Ucrania y antes de que entraran en vigor las sanciones relacionadas con la energía.
"La disputa comercial se refiere a proyectos para construir varios parques eólicos con más de 50 aerogeneradores en Rusia para los que Fortum ya había realizado importantes pagos por adelantado a Vestas. Vestas no cumplió sus obligaciones contractuales y se negó a devolver los anticipos y otros costes relacionados con el proyecto" declara la energética finlandesa.
Ambas empresas han entablado múltiples discusiones y negociaciones durante varios meses con el objetivo de encontrar una solución mutuamente aceptable. Sin embargo, como las negociaciones no tuvieron el éxito deseado, a Fortum no le quedó otra opción que "recurrir al arbitraje".
Sanciones
Desde el inicio de la invasión, la Unión Europea ha publicado una serie de paquetes de sanciones, que incluyen sanciones exhaustivas contra el "sector energético" ruso. Vestas alega que las sanciones y los reglamentos de control de las exportaciones aprobados en 2022 le impidieron entregar, instalar y mantener turbinas eólicas de acuerdo con sus contratos con el cliente ruso WEDF, propiedad de Fortum.
Ante esta dificultad, Vestas dijo que invocó la cláusula específica de sanciones en cada contrato entre ella y WEDF, que daba a cada parte el derecho inequívoco de rescindir los contratos si el rendimiento se veía afectado por las sanciones internacionales. "Estas cláusulas incluían explícitamente sanciones contra Rusia", dijo Vestas.
Tras meses de negociación entre las partes para llegar a un acuerdo, Vestas rescindió los contratos a finales de junio de 2022.
Posiciones
El presidente y consejero delegado de Vestas, Henrik Andersen, ha declarado que "creemos firmemente que el arbitraje carece de fundamento, y estamos asombrados y consternados de que una empresa estatal de un país miembro de la UE cuestione abiertamente las sanciones contra Rusia y, por tanto, la unidad de los países de la UE".
Andersen añadió además que "los Estados miembros y las empresas eran conscientes desde el principio de que las sanciones tendrían consecuencias financieras, también fuera de Rusia, y cuestionar la aplicación de las sanciones sólo puede beneficiar a los intereses de Rusia y sus simpatizantes".
El CEO aseguró que desde Vestas se han puesto en contacto con las partes políticas interesadas en encontrar una solución al asunto y esperan que Fortum "reconsidere su posición". "Nos defenderemos enérgicamente en caso de que continúe este arbitraje sin fundamento", concluyó.
Por su parte, la consejera general de Fortum, Nora Steiner-Forsberg, ha declarado que "como en todas las asociaciones empresariales, Fortum valora la cooperación y la transparencia, y ha estado dispuesta a encontrar una solución razonable que sea aceptable para ambas partes".
"Como esto no ha sido posible, creemos que el arbitraje es una forma justa de resolver esta disputa comercial basada en los hechos. No entendemos por qué nuestro socio comercial desde hace tanto tiempo cuestiona de repente nuestra adhesión a las sanciones de la UE en este caso", explicó.
En mayo de 2022, Fortum anunció que iniciaba una salida controlada del mercado ruso, con la desinversión de sus operaciones rusas como vía preferente. "El proceso de desinversión ha progresado y está en curso, pero requiere la aprobación de las autoridades rusas", dijo la compañía.
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