Fortum ha informado de que su pérdida neta en 2022 alcanzó los 10.290 millones de euros, noventa veces más que en el ejercicio anterior, tras la debacle de su filial alemana Uniper, cuya adquisición al gigante germano E.ON ha demostrado ser un fiasco.
La compañía eléctrica finlandesa, con una participación cercana al 80%, era hasta hace dos meses el accionista mayoritario de Uniper, la principal gasística de Alemania, que tuvo que ser rescatada por el Estado después de que Rusia dejara de suministrarle gas.
Además de inyectar 34.500 millones de euros, el Estado alemán adquirió a finales de diciembre todas las acciones de Uniper propiedad de Fortum por unos 480 millones.
Fortum sin Uniper
La energética calcula que su fallida inversión en la gasística alemana ha tenido unos costes totales de casi 6.000 millones de euros.
Tras deshacerse de Uniper, Fortum**** excluyó a su filial de los resultados consolidados del ejercicio 2022 y presentó un balance anual centrado en sus "operaciones continuas".
De este modo, su beneficio neto sin contabilizar las pérdidas de Uniper se situó en 1.011 millones de euros, un 75 % menos que en 2021.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) de sus "operaciones continuas" se situó en 1.842 millones de euros, un 62,5% menos interanual; mientras que su ganancia operativa se redujo un 70%, hasta los 1.277 millones.
Además de las pérdidas ocasionadas por Uniper, Fortum sufrió un grave deterioro de sus activos en Rusia por la guerra en Ucrania y registró depreciaciones por 1.700 millones de euros.
La facturación del grupo -excluyendo su antigua filial alemana- creció un 37% interanual, hasta 8.804 millones de euros, impulsada por el fuerte incremento del precio de la electricidad.
A pesar de las multimillonarias pérdidas netas, la compañía propondrá un reparto de dividendos de 91 céntimos por acción en la próxima junta general de accionistas.
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