La compañía eléctrica finlandesa Fortum registró una pérdida neta de 2.480 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 74% menos que en el mismo periodo de 2022, lastrada por su salida del mercado ruso y la desinversión de su filial alemana Uniper.
Fortum presentó unos resultados centrados en sus "operaciones continuas", en los que se excluyen de la comparativa las partidas correspondientes a sus antiguos negocios en Rusia y Alemania para reflejar mejor el estado actual de su actividad.
De este modo, el beneficio neto de sus "operaciones continuas" entre enero y septiembre se redujo un 33,5% interanual, hasta los 1.102 millones de euros, mientras que su **ganancia bruta de explotación (ebitda) se situó en 1.544 millones, un 37% menos. ** El beneficio operativo de sus actuales negocios se redujo un 40%, hasta los 1.286 millones de euros, acentuando una pérdida de rentabilidad que llevó a los directivos de la compañía a anunciar un programa de ahorro para reducir costes.
La facturación de Fortum
Este "programa de mejora de la eficiencia" contempla un recorte de 100 millones de euros en los costes fijos anuales que incluirá un número de despidos aún por determinar, así como una reducción de las inversiones previstas a corto y medio plazo.
Fortum, el principal grupo eléctrico de los países nórdicos hasta hace unos meses, facturó entre enero y septiembre 4.853 millones de euros, un 9,5% menos interanual, por la caída del precio de la electricidad.
La división de generación eléctrica en los países nórdicos, actualmente su mayor negocio, obtuvo unos ingresos de 3.081 millones de euros, un 8% más interanual, empujada por el aumento del consumo.
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