A GE Renewable Energy le pasa lo que a cualquier otro fabricante eólico. Que pese al aumento significativo de los pedidos, incluso por encima del objetivo inicial, el margen de operación ha sido negativo en 2019. No les salen los números para beneficios. De hecho, GE Renewable Energy presentó unas pérdidas de 666 millones de dólares el año pasado, en comparación con una ganancia de 292 millones en 2018.
La compañía estadounidense GE reconoce que los segmentos de Power y Renewable, juntos, quemaron 2.500 millones de dólares el año pasado, debido a problemas de ejecución, particularmente en el negocio de la red, los bajos precios de la eólica terrestre, los aranceles o una mayor inversión en investigación y desarrollo, sobre todo en su prototipo de turbina offshore Haliade-X de 12MW.
Así que toca mejorar esas cifras, y ha asegurado que espera hacerlo en los próximos dos años cuando se completen los cambios en esas áreas de negocio.
Una decisión que ya está teniendo consecuencias directas en la plantilla de GE Renewable Energy. Según fuentes sindicales, sus trabajadores afrontan un comienzo de año difícil. La compañía ya ha tomado medidas para recortar gasto, "y como es habitual, acaba siempre repercutiendo sobre los trabajadores", señalan en un comunicado, "la primera medida ha sido la congelación salarial por seis meses sin carácter retroactivo".
Sin embargo, la sorpresa para los sindicatos ha sido otra. "Siendo una medida de tal calibre, que afecta directamente al bolsillo de los empleados, ha sido anunciada de forma unilateral por la dirección de empresa sin negociar, y ni siquiera informar, a los sindicatos y las estructuras de representación social", dicen, "las tentativas de los comités de empresa, tanto a nivel local como europeo, para sentarse a negociar y buscar alternativas que mitiguen el impacto en los salarios ha sido rechazada por la compañía".
Pero las medidas para recortar costes no acaban ahí. Según CCOO, "a la congelación salarial se suma el anuncio de cierre de dos plantas históricas: la planta de Grid en Kassel (Alemania) y una de LM Wind Power en Luderskov (Dinamarca). Cada una emplea a unos 200 trabajadores".
**La fábrica alemana 'Grid Solutions' **está especializada en productos para las redes eléctricas y para la transmisión de energía de alto voltaje, "y ahora está pagando las consecuencias de la errónea decisión de proveerse con piezas provenientes de India", aseguran las fuentes sindicales. "La mala calidad de estas piezas ha requerido un coste extra de reparación que ha sido imputado directamente a la planta de Kassel. La compañía plantea ahora transferir la carga de trabajo entre el resto de las plantas repartidas por el mundo y para ello ha iniciado un proceso de consulta con el Comité de Empresa Europeo. Esta decisión es claramente contraria a las inversiones que se habían hecho en los últimos años para modernizar la planta y a la necesidad creciente de renovar la red eléctrica europea para su adaptación a las energías renovables".
Respecto a LM Wind Power, la filial de GE dedicada a la fabricación de palas eólicas, también hay reducción de plantilla. En febrero pasado, anunció la intención de cerrar en mayo sus dos instalaciones de producción en Lunderskov de Dinamarca. La medida implicará la eliminación de unos 200 empleos en total. Según un comunicado de prensa de la compañía, LM Wind ya inició consultas sobre el cierre de las fábricas que están programadas para el 18 de mayo.
El subdirector de la compañía, Bjarne Sandager Nielsen, alegó entonces que la producción de palas en las instalaciones danesas era demasiado costosa. Aún así LM Wind mantendrá las oficinas y las instalaciones del laboratorio de investigación y desarrollo (I+D) en el área de Lunderskov.
"LM Wind siempre ha gozado de buenos resultados económicos, y tal y como se ve, tampoco se libra", explican las mismas fuentes, "de hecho el CEO de GE Renovables sustituyó recientemente al responsable de LM por un hombre de su cercanía, cuya primera medida ha sido anunciar el cierre de la planta danesa donde históricamente se han venido fabricado los moldes y prototipos, así como su ensayo. El plan de GE consiste en enviar la fabricación de moldes a China y dejar el prototipaje en manos de cada fábrica de palas".
Pero para los sindicatos, la guinda del pastel ha sido que "en este último caso, la compañía se niega a establecer un proceso de información y consulta con el comité europeo", por lo que "los delegados sindicales estudian tomar acciones legales por la vulneración de este derecho".
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