Tras la reunión mantenida por el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se ha aprobado, con cuatro votos a favor y uno en contra, el informe condicionado para la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos).
Greenpeace acusa al pleno del CSN de malas prácticas en materia de seguridad nuclear por saltarse sus protocolos, e ignorar sus requerimientos, al emitir un informe que no garantiza la seguridad nuclear.
“Garoña no puede cargar combustible ni producir electricidad, sin embargo el CSN se atreve a dar un informe favorable, aun teniendo sobradas razones para no hacerlo, porque Nuclenor no ha hecho su parte y porque en el Congreso así se lo han pedido. Sin embargo no ha dudado en menoscabar la seguridad nuclear en España e ignorar al Parlamento para favorecer los intereses de la industria nuclear”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la Campaña Nuclear de Greenpeace.
“Si el ministro de Energía juega limpio no puede utilizar este informe y ampliar la vida de las nucleares por la puerta de atrás, sin participación democrática y usando como tapadera a Garoña. Álvaro Nadal sabe que el Parlamento y toda la ciudadanía debe participar en este debate”, ha concluido Montón.
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