El presidente francés, François Hollande, se comprometió hoy a desbloquear 2.000 millones de euros hasta 2020 destinados al fomento de las energías renovables en África, para que ese continente contribuya también a combatir el calentamiento climático.
"Francia quiere dar ejemplo", dijo el presidente galo, que reunió en la cumbre del clima de París a una docena de jefes de Estado africanos para estudiar las ayudas de los países desarrollados a ese continente.
De esta forma, Francia multiplica por dos la ayuda a este capítulo con respecto al quinquenio anterior y "supone un impulso al fondo de 100.000 millones" que los países en vías de desarrollo han pedido en París para afrontar la transición energética.
El dinero, dijo Hollande, podrá canalizarse a través de la llamada "Iniciativa Africana sobre las Energías Renovables" que dirige la Unión Africana (UA), presente también en el encuentro de París.
Los presidentes africanos se mostraron dispuestos a reducir sus emisiones, pero aseguraron que no podrán hacerlo sin el respaldo de los más ricos.
"Nosotros no hemos fomentado el calentamiento climático, pero somos quienes más lo sufrimos", aseguró la presidenta de la UA, Nkozasana Dlamini-Zuma.
Hollande señaló que la aportación francesa busca que otros países contribuyan al fondo común de ayuda a la implantación de las renovables en ese continente.
El dinero "permitirá la puesta en marcha de proyectos concebidos por gobiernos africanos o por organizaciones de la sociedad civil", indicó.
El presidente francés aseguró que el fomento de las energías solar, eólica, hidroeléctrica o geotérmica, "en función del potencial de cada país", entran en los proyectos que se financiarán con ese fondo.
Al margen de esos 2.000 millones, Hollande anunció también otros 1.000 millones de euros anuales para luchar contra la desertización en África hasta 2020, lo que supone multiplicar por tres la ayuda gala a ese capítulo.
Dos proyectos estarán principalmente en el punto de mira de esa ayuda, la llamada Gran Muralla verde, que pretende frenar el avance del desierto del Sáhara hacia el sur y la preservación del lago Chad y del río Níger, amenazado por la sequía.
Hollande indicó que todos esos proyectos deben "ir acompañados de la lucha contra el terrorismo", porque de lo contrario "las infraestructuras que se construyan serán enseguida destruidas" por grupos yihadistas.
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