Iberdrola ha cerrado los nueve primeros meses del año con un beneficio de 1.831 millones, un 19,5% menos que un año antes debido al impacto de la reforma eléctrica y a la larga sequía que afecta a Brasil. Este resultado ha estado en línea con lo esperado y la compañía mantiene la remuneración al accionista.
La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán indica que estos resultados se enmarcan "en un entorno operativo complejo caracterizado por una cierta mejora en la situación macroeconómica a nivel internacional, pero que no se concreta todavía en una mayor demanda de electricidad y gas en la eurozona".
Asimismo, Iberdrola añade que este ejercicio está impactado "por los efectos de las modificaciones regulatorias/fiscales en España, que minoran los ingresos de los distintos negocios, con especial incidencia en renovables". No obstante, la eléctrica apunta que estas partidas negativas se compensan parcialmente con la mayor producción registrada en el periodo (+2,5%), el mix de producción utilizado y el mejor comportamiento de los negocios renovables de Estados Unidos, Reino Unido y Latinoamérica, tras las inversiones realizadas en los últimos años.
Precisamente por ello, el resultado bruto de explotación (ebitda) registró una mejora del 1,4%, hasta los 5.210 millones de euros. Iberdrola indica que este incremento se debe a la mejora del negocio liberalizado, que compensa el efecto negativo de las medidas regulatorias en los negocios renovables, así como la sequía de las actividades en Brasil. Además, Iberdrola prevé que esta evolución positiva continúe, hasta superar su previsión de ebitda de 6.600 millones para 2014 y avanzar en el cumplimiento de las Perspectivas 2014-2016.
La empresa que dirige Sánchez Galán indica que los negocios regulados aportan ya un 69% del total de su ebitda. Y destaca el buen comportamiento de generación, clientes y gas (+26,4%), que compensa en parte la caída del 20,1% registrada en renovables, mientras que el ebitda de redes se mantiene plano (-0,5%).
Mantiene el dividendo
La eléctrica indica que la gestión desarrollada le permite mantener el compromiso adquirido con sus accionistas de ofrecer una retribución anual de, al menos, 0,27 euros brutos por acción. Lo que supone una rentabilidad por dividendo superior al 5%.
Para ello, el Consejo de Administración de Iberdrola ha aprobado la ejecución de un segundo aumento de capital por un máximo de 855 millones de euros, con el que activa una nueva edición del programa Iberdrola Dividendo Flexible, correspondiente a lo que habría sido el dividendo a cuenta con cargo a los resultados de 2014.
De manera que Iberdola ofrecerá a sus accionistas la posibilidad de elegir entre recibir nuevas acciones del grupo de forma gratuita o cobrar su retribución en efectivo. Para quienes elijan la segunda opción, se ofrecerá un precio fijo garantizado de, como mínimo, 0,125 euros brutos por acción, lo que iguala el mínimo establecido en enero de 2014.
El resto de la retribución con cargo al ejercicio 2014 (la que correspondería al dividendo complementario) se efectuará en julio de 2015, tras su aprobación por la Junta General de Accionistas. Para compensar el efecto dilutivo que se deriva de los aumentos de capital, Iberdrola continuará recomprando acciones propias.
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