Iberdrola avanza en su estrategia renovable en Castilla-La Mancha con la obtención de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de dos de las plantas fotovoltaicas que tramita en la región: Barcience, en Toledo, y Romeral, en Cuenca.
Las plantas, de 50 megavatios (MW) de potencia instalada cada una, estarán integradas por 144.900 módulos y se desarrollarán en el municipio toledano de Bargas, en el caso de la fotovoltaica Barcience, y en las localidades conquenses de Alarcón y Olmedilla de Alarcón, en el caso de Romeral.
La construcción de los proyectos involucrará hasta 120 trabajadores en los periodos punta de trabajo de cada una de las plantas.
Los proyectos producirán energía limpia para una población equivalente a 24.700 hogares/año, en el caso de Barcience, y de 24.550 hogares/año, en el de Romeral. Además, evitarán la emisión de 30.000 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera (15.000 toneladas cada una)
Iberdrola tramita otros dos proyectos en Castilla-La Mancha: Puertollano II, en Ciudad Real, de 100 MW de potencia instalada, y Olmedilla, en Cuenca, de 50 MW. En total, serían unos 250 MW en la región.
Estas actuaciones se enmarcan en la apuesta de la compañía por reforzar la inversión en generación de energía limpia en España, con la instalación de 3.000 nuevos MW hasta 2022. Hasta 2030, las previsiones apuntan a la instalación de 10.000 nuevos megavatios (MW). El plan permitirá la creación de empleo para 20.000 personas.
Iberdrola es el primer productor de energía eólica en España, con una potencia instalada de 6.500 megavatios (MW), mientras que su capacidad renovable total instalada alcanza los 16.500 MW. La compañía opera en Castilla-La Mancha 2.229 MW renovables, principalmente eólicos, situándose como la segunda comunidad autónoma con más megavatios ‘verdes’ instalados por Iberdrola.
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