Iberdrola se salva de la subida de costes en la eólica marina que está tumbando grandes proyectos

Los problemas que están afectando al sector eólico marino en general, y al desarrollador danés Orsted en particular, no alcanzan a la española Iberdrola.

La subida de los costes, la inflación y los retrasos en los suministros están haciendo estragos en los proyectos de energía eólica marina de medio mundo. Tanto es así que muchos promotores, si no la gran mayoría se están viendo afectados.

Sin embargo, Iberdrola tiene hechos los deberes. Según documento sobre la situación financiera de sus proyectos de eólica marina, el grupo energético español ha conseguido salvarse.

En términos de cadena de suministro, "ya hemos cerrado el 100% de los contratos de proveedores relevantes para nuestros proyectos, como siempre lo hacemos antes del inicio de la construcción y el despliegue de cualquier cantidad relevante de capex".

Cinco grandes proyectos

Según Iberdrola, sus cinco grandes proyectos de eólica marina, Saint Brieuc (Francia), Baltic Eagle (Alemania), Vineyard Wind 1 (EEUU), East Anglia 3 (Reino Unido) y Windanker (Alemania) no han sufrido hasta la fecha retrasos de importancia. Casi 3,5 GW de potencia.

En cuanto a financiación, "Iberdrola tiene cerrada la financiación de aquellos proyectos que no son 100% propios, mientras que los proyectos que sí son 100% propios están respaldados por el Balance de Iberdrola, que tiene más del 85% de deuda a tipo fijo (excluyendo Neoenergia)", afirma en dicho comunicado al que ha tenido acceso El Periódico de la Energía.

Finalmente, con respecto a los esquemas fiscales, Iberdrola generalmente adopta un enfoque conservador en la Decisión Final de Inversión (FID) y no asume ningún apoyo adicional al tomar FID. "Sólo se incluyen los impactos que han sido aprobados por las autoridades competentes", explica.

También recoge dicho comunicado que la compañía que preside Ignacio Galán tuvo que detener alguno de los grandes proyectos de eólica marina en EEUU debido a que los retornos esperados no alcanzaron los umbrales necesarios para iniciar la construcción de estos proyectos.

En definitiva, Iberdrola no tiene que contabilizar ningún deterioro en su negocio offshore. No como le sucede a la danesa Orsted que ha visto penalizadas sus cuentas en 2.150 millones.