La agencia japonesa NEDO (New Energy and Industrial Technology Development Organization) ha seleccionado a Toshiba y a la Corporación IHI para que desarrollen tecnologías orientadas a la generación de energía a partir de corrientes marinas.
Ambas compañías, junto con la Universidad de Tokio y Mitsui Global Strategic Studies Institute, han venido desarrollando una nueva generación de turbinas submarinas flotantes con el apoyo de la agencia NEDO , que desde hace tres años viene promoviendo proyectos de I+D para aprovechar los recursos energéticos del oceáno. Ahora lo que se pretende es comprobar los avances realizados hasta la fecha.
Con este objetivo, IHI y Toshiba se proponen instalar en el océano su dispositivo y así comprobar cómo funciona en condiciones reales. El proyecto se prolongará hasta 2017 y se espera que permita crear el marco para el desarrollo de una industria basada en esta tecnología y contribuir a la reducción de las emisiones de CO2 en Japón y a mejorar su seguridad energética, en entredicho desde el fatídico accidente de la central de Fukushima.
El dispositivo que han desarrollado (ver fotografía) consiste en un módulo flotante, anclado al lecho oceánico, provisto de dos hélices que girarán con las corrientes submarinas y el oleaje para capturar su energía. IHI será la encargada de fabricar la turbina y el cuerpo flotante, mientras que Toshiba aportará los elementos eléctricos, como el generador y el transformador.
El anuncio oficial realizado por Toshiba fue sencillo, pero carga con la promesa de explotar una fuente eficiente, renovable, limpia, económica a largo plazo y mucho más segura. Por el momento, la iniciativa no ha salido del laboratorio, y no hay ningún cálculo oficial sobre los costos de instalación y mantenimiento, sin embargo, habrá que estar atentos a las novedades.
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