El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha criticado este viernes durante su intervención en la Junta General de Accionistas 2024 el gravamen, todavía temporal y extraordinario, a las grandes energéticas, que "castiga" a las empresas que invierten en activos industriales, generan empleos "de calidad" y garantizan la independencia energética de España.
"Y no, en cambio, a los importadores, penalizando el esfuerzo necesario para la transformación de los complejos industriales en polos multienergéticos, cada vez más descarbonizados", ha lamentado Imaz.
"Castiga a las empresas que, como Repsol, invertimos en activos industriales, a las que generamos empleos industriales de calidad en este país, a las que garantizan la independencia energética", ha incidido.
Peso sobre los resultados
En la conferencia con analistas con motivo de la presentación de los resultados del primer trimestre, Imaz ya se refirió a esta prestación patrimonial del 1,2 % sobre la actividad no regulada de las grandes energéticas en España. Entonces defendió que, incluso desde el punto de vista legal, "no hay lugar" para que en 2025 tengan que hacer frente a un gravamen temporal.
Para Repsol, que ganó 969 millones de euros hasta marzo, un 13% menos en comparativa interanual, el impacto de la tasa temporal y extraordinaria sobre las ventas de 2023, pagadera este año, ascenderá a unos 335 millones.
La mitad, 168 millones de euros, ya ha sido abonada este febrero, mientras que el monto restante lo será el próximo septiembre. En 2023, el grupo pagó 443 millones en virtud de las operaciones realizadas en el ejercicio precedente.
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