El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha defendido un enfoque más holístico de la transición energética en Europa y ha pedido un marco regulatorio que aporte "certidumbre y estabilidad", ya que las normas actuales de la Unión Europea "son demasiado complejas y frenan las inversiones".
Ante inversores y analistas en Londres el marco de la octava edición de la jornada anual para inversores ESG (medioambiente, sociedad y gobierno corporativo, en sus siglas en inglés) que celebra la compañía, Imaz afirmó que una regulación estable "fomenta la rentabilidad".
Asimismo, el ejecutivo de la principal petrolera española insistió en que Europa "debe replantearse" la transición energética si se quiere afrontar los retos que presenta un entorno complejo y en constante cambio y garantizar así una respuesta equilibrada al trilema energético: energía sostenible, segura y asequible para ciudadanos y empresas.
Las inversiones de Repsol
"Estamos rechazando invertir en determinadas fuentes de energía por razones ideológicas, no tecnológicas ni científicas. Como consecuencia, los consumidores acaban pagando más por la energía que necesitan, y las industrias con un alto consumo energético luchan por competir en los mercados globales, teniendo que cerrar o deslocalizarse a otras
regiones", dijo.
Igualmente, pidió una transición que no se base en prohibiciones o vetos, sino en dejar que todas las soluciones tecnológicas compitan o se complementen entre sí y demuestren su valía sin prejuicios ideológicos y sin rechazos.
En la jornada, Repsol, primera compañía del sector en fijar un objetivo de cero emisiones netas, expuso los avances en su hoja de ruta para alcanzar este objetivo en 2050, y directivos de la empresa presentaron a los inversores detalles sobre los avances en la producción de combustibles renovables y productos circulares, así como en el desarrollo de otras oportunidades bajas en carbono, informó la compañía en un comunicado.
Biocombustibles
En esta línea, Repsol -en la que el 37,1% de su base accionarial institucional actual son inversores ESG, lo que supone cuatriplicar el número de 2016-, en su objetivo de producir 1,3 millones de toneladas de combustibles renovables en 2025 y dos millones de toneladas en 2030, pondrá en marcha a finales de este año la primera planta en la Península Ibérica dedicada exclusivamente a la producción de biocombustibles avanzados y combustible sostenible de aviación (SAF) en el complejo industrial de la compañía en Cartagena.
La planta producirá 250.000 toneladas anuales, lo que permitirá un ahorro de emisiones de 900.000 toneladas de CO2 al año, equivalente al ahorro producido por más de 400.000 vehículos eléctricos.
Además, la multienergética desarrolla otras oportunidades bajas en carbono, como la geotermia; la captura y almacenamiento de CO2; o el almacenamiento de hidrógeno renovable como herramientas de descarbonización capaces de generar valor en un mercado con un considerable potencial de crecimiento.
Las renovables
En lo que respecta al impulso de la apuesta por las renovables del grupo, en los últimos años ha forjado una cartera de activos renovables de 60 gigavatios (GW), que garantizan su objetivo de alcanzar 6 GW de capacidad instalada en 2025 y 20 GW en 2030.
En septiembre, la compañía española entró en el negocio eólico terrestre de Estados Unidos, tras la adquisición de la empresa de energías renovables ConnectGen, con una cartera de proyectos de 20 GW y capacidades de desarrollo.
En total, Repsol cuenta con 2 GW de producción de energía renovable en España y Chile y, además, desarrolla proyectos en Italia y Estados Unidos.
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