El borrador del plan de la Asociación para la Transición a una Energía Justa (JETP) de Indonesia es un ambicioso paso adelante que está cerca de dar en el blanco, pero no llega a ser ideal, según una opinión formal presentada por el grupo de reflexión mundial sobre energía Ember. Es necesario perfeccionar el Plan Integral de Inversión y Política (CIPP) del JETP para garantizar que la transición del sector energético indonesio se ajuste a los objetivos climáticos mundiales.
Tras el periodo de consulta pública, Ember tuvo la oportunidad de revisar el borrador del CIPP y elogia los objetivos del plan de aumentar la cuota de Indonesia de generación de electricidad renovable del 34% anunciado inicialmente al 44% y limitar las emisiones a 250 millones de toneladas equivalentes de CO2 (MtCO2eq) para 2030, frente al objetivo anterior de 290 MtCO2.
Sin embargo, el análisis de Ember pone de manifiesto varios motivos de preocupación. La exclusión de las centrales eléctricas cautivas del PICP entraña el riesgo de subestimar las emisiones previstas para 2030. Con los mismos supuestos de las emisiones de 250 Mt de CO2 previstas en la red, las centrales de carbón cautivas podrían alcanzar entre 153 y 187 Mt de CO2 en 2030. Combinadas, sobrepasarían el objetivo de 290 Mt de CO2 por un margen significativo.
La revisión también subraya la necesidad de centrarse más en la energía solar y eólica. Ember recomienda aprovechar el elevado potencial de estas fuentes renovables en el país, especialmente la solar, y la viabilidad económica de estos recursos, ya que el borrador del plan se inclina por energías renovables despachables más caras, como la hidroeléctrica y la geotérmica, que representan la mayor parte de la cuota del 44% de energías renovables para 2030.
“Hemos visto que la combinación de energía solar y sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) supera a otras fuentes de energía en términos de costes y viabilidad para su despliegue. El enfoque del CIPP en las renovables gestionables, que no empezarán a funcionar hasta finales de la década, corre el riesgo de desviar a Indonesia de una transición energética acelerada”, dice Pamela Simamora, analista Principal de Política Eléctrica para el Sudeste Asiático de Ember
Finalmente, hacen falta dos para bailar el tango en la carrera hacia un mundo descarbonizado. Tanto el International Partners Group (IPG) como la Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ) tienen la responsabilidad fiduciaria de cumplir sus promesas a Indonesia. Las estrategias de mitigación para garantizar unos compromisos de financiación estables y claros, respaldados por una financiación transparente y responsable, deben abordarse en el plan, a la luz de los posibles retos políticos mundiales.
Además de la financiación, las reformas políticas nacionales son cruciales para apoyar la expansión de las energías renovables y la interrupción de las subvenciones a la energía de carbón. Es necesario un enfoque holístico de la transición energética, que haga hincapié no sólo en la reducción de emisiones, sino también en estrategias integradoras y políticas equilibradas que tengan en cuenta tanto la dimensión medioambiental como la social.
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