Inovyn Solvay no estará en la subasta de interrumpibilidad de este lunes. El Ministerio de Industria, en la figura de Alberto Nadal, ha denegado el recurso de alzada de la compañía este viernes por lo que mantiene la sanción de devolver el dinero recibido para los seis primeros meses de este año y la suspensión de su participación en las subastas de 2015 y 2016 para las temporadas eléctricas posteriores.
Según ha podido saber este diario, Industria ha querido dejar clara su postura antes de que se celebre el próximo lunes la subasta y no entorpecer así el transcurso de la misma. El Ministerio ha comunicado la denegación del recurso a la dirección de la empresa y ésta ya se lo ha contado a sus trabajadores. Todo de manera privada.
Así, Industria ya ha aprobado la resolución por la que da el visto bueno al requerimiento de potencia interrumpible a subastar el próximo. El Ministerio, teniendo en cuenta los informes técnicos del operador del sistema ha resuelto que se subasten un máximo de 8 bloques de 90 MW y 376 bloques de 5 MW, es decir, un total de 2.600 MW.
En comparación con la subasta de noviembre de 2014, este año hay un bloque de 90 MW menos, al quedarse fuera Inovyn Solvay, pero han aumentado sensiblemente la cantidad de bloques de 5 MW. El año pasado, en la primera subasta se impuso un máximo de 238 bloques, y en la segunda, la que se hizo para Alcoa, se aprobaron 50 bloques más, un total de 288 bloques, por lo que este año se subastarán 440 MW más en este apartado.
La compañía ya avisó esta semana que si no conseguía participar en la subasta, la planta de Martorell entraría en dificultades económicas. Estos problemas financieros repercutirían en los 500 empleados que tiene la compañía, y afectaría a unos 2.000 contando empleos indirectos en el caso de que la empresa decida cerrar o disminuir su producción.
Durante esta semana, tanto la compañía como los trabajadores se han movilizado para intentar obtener el perdón del Gobierno, pero finalmente éste no se ha producido. El Periódico de la Energía contó el pasado miércoles la causa de por qué Solvay fue sancionada por Industria. La empresa optó al bloque de 90 MW el año pasado al obtener el visto bueno del Ministerio de unificar las CUPS de dos plantas (la de electrólisis de 60 MW + la de Vinilis de 20 MW que tenía adherida una central de cogeneración). Además, ese mismo año obtuvo la aprobación de la Generalitat para producir más celdas de mercurio. Nunca antes había optado a tanta cantidad de megavatios. Siempre optó por los 60 de la planta de Martorell.
Pero claro, la diferencia económica entre una y otra era bastante amplia. De cobrar 10 millones en 2014 pasó a 25 millones por el bloque de 90 MW. Una decisión empresarial que ha obtenido un pésimo resultado para el devenir de la planta de Martorell y que podría dejar a cientos de personas en la calle (ojalá que no).
El caso es que Inovyn Solvay incumplió las tres órdenes de reducción de potencia por culpa de la central de cogeneración. Estas instalaciones asociadas tienen la obligación de mantener su producción, pero fallaron en los momentos que se llevaron a cabo las órdenes.
Norma clara
La normativa perdona un fallo, pero a partir del segundo se sanciona con la pérdida de lo obtenido en la subasta. Además, Industria decidió suspender su participación en las subastas de 2015 y 2016.
Los datos manejados por Red Eléctrica durante las órdenes eran bastante claros. Los proveedores, es decir Solvay, tuvo conocimiento del resultado de las mismas y a pesar de ello volvió a fallar en dos ocasiones más.
La empresa aseguraba que Red Eléctrica no les ha avisado a tiempo para corregirlo, cuando realmente tenían acceso directo al mismo y el operador no está en la obligación de hacerlo.
La compañía creía injustificable y desproporcionada la decisión del Gobierno, por eso interpuso un recurso de alzada. Ahora ha recibido la respuesta negativa del Ministerio tras una negociación ardua.
Este diario se ha puesto en contacto con el comité de empresa y la dirección de Solvay para conocer cuáles van a ser sus pasos a seguir pero no ha recibido respuesta. Los trabajadores afirmaron este jueves que volverán a movilizarse y a tomar acciones para mantener sus puestos de trabajo.
Supuestamente, el Ministerio ha mantenido la sanción a otra decena de empresas que se han visto perjudicadas sin poder participar en la subasta. El Ministerio no comenta nada, pero si todas las empresas han tenido este mismo fallo que Solvay lo justo es que tome la misma decisión para ellas. Es el caso de papeleras como Saica y Torraspapel donde una de sus plantas han fallado por lo mismo.
Otros afectados
Tal y como adelantó este diario este viernes, la subasta se mantendrá parecida a la del año pasado en cuanto a proveedores se refiere. Si una decena de empresas se han quedado sin poder participar, este 2015 se han apuntado a la misma otra decena de nuevas compañías, por eso finalmente el Ministerio ha adoptado subastar este lunes unos 350 MW más que el año pasado.
Esta medida podría afectar a otras empresas grandes consumidores de energía como es el caso de Alcoa. La empresa ha vuelto a avisar a sus trabajadores en Galicia y Asturias de que las plantas son deficitarias. Los sindicatos han criticado a la dirección de la compañía y la han calificado de "llorona". El resultado de la subasta de interrumpibilidad será vital para las plantas de Alcoa. Los trabajadores temen que la compañía vuelva a las andadas con amenazas de cierre. Pero hasta el lunes que no se conozca el resultado no se sabrá.
La metalúrgica es la compañía que más consume energía con el permiso de ADIF. Puede optar a seis bloques de 90 MW, es decir a dos terceras partes de los ocho de máximo que se van a subastar. Va a estar muy ajustado de nuevo, por eso, el temor de los trabajadores. Pero Alcoa contará con un competidor menos, Inovyn Solvay y tendrá más opciones de poder llevarse sus bloques.
Miguel Lopez
29/08/2015