Dinamarca retrasará al menos tres años más la construcción de su proyectada isla energética del Mar del Norte, alegando el aumento de los costes y los altos tipos de interés, por lo que la finalización del proyecto se producirá en 2036 como pronto en lugar de 2033, según informa Reuters.
La isla energética danesa se retrasa tres años
El ministro de Energía, Lars Aagaard, confía en la colaboración alemana ante el estancamiento de las conversaciones con Bélgica
El ministro de Energía, Lars Aagaard, declaró a la agencia de noticias que la inversión prevista supera los 200.000 millones de coronas danesas (29.810 millones de dólares) y requerirá unos 50.000 millones de coronas, pero no quiso precisar cuánto ha aumentado el coste con respecto a las previsiones iniciales.
Aarsgaard afirmó que Alemania está mostrando un gran interés en participar en el proyecto de la isla energética, ya que el Gobierno danés "prioriza los esfuerzos" para llevar a cabo una colaboración con su país vecino.
Según Aagaard, las conversaciones para continuar con Bélgica como socio original y coinversor continuaron hasta las elecciones parlamentarias belgas antes de las vacaciones de verano, pero los países “no han sido capaces de encontrar un camino juntos que fuera sensato y aceptable para Dinamarca”.
La colaboración con Alemania para hacer realidad la isla energética supondría rediseñar el proyecto para tener una conexión directa con Alemania. “Y es muy positivo que Alemania, en particular, muestre un gran interés por conectarse a la isla energética”, añadió.
“Estamos tan avanzados en el diálogo con Alemania que estamos priorizando nuestros esfuerzos para realizar el proyecto en la dirección de una colaboración con Alemania, para que la isla de la energía tenga un cable eléctrico a Dinamarca y otro a Alemania”, dijo Aargaard.
Es probable que la isla de la energía se retrase tres años, hasta 2036. “Cuando llevamos tiempo haciendo cambios en el proyecto, el plazo para una posible realización se aleja en el tiempo”, dijo Aargaard, y añadió: «Y tendremos que escuchar a los alemanes sobre lo que necesitan y quieren en términos de capacidad, calendario, etc.».
Para Aargaard es gratificante que se haya encontrado un camino con Alemania que puede abaratar el coste de la isla energética para Dinamarca. “Ahora hay que concretar el proyecto para tener una base sobre la que tomar decisiones políticas. Estamos trabajando duro en ello y a partir de ahí seguiremos adelante”.
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