El ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, pidió este viernes al jefe de la diplomacia de China, Wang Yi, abordar "desde un punto de vista científico" el plan japonés para el vertido al océano Pacífico del agua tratada de la accidentada central nuclear de Fukushima.
Hayashi y Wang se reunieron durante poco más de una hora en Yakarta en los márgenes de la reunión de ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), apunta el ministerio nipón en un comunicado.
El plan de Tokio, que previsiblemente comenzará este verano, pasa por descargar en el Pacífico a lo largo de varias décadas en torno a 1,32 millones de toneladas de agua contaminada de la central, tras ser procesada para retirarle la mayoría de los isótopos radiactivos (salvo el tritio) y mezclada con agua marina.
Tokio sostiene que este agua -aquella que se usa para enfriar los reactores dañados y la que se cuela en los mismos a través del subsuelo y debe después almacenarse en miles de tanques- tendrá una concentración de tritio muy por debajo del tope legal establecido para el agua potable.
El agua de Fukushima
El Gobierno nipón y la operadora de la central, tres de cuyos reactores sufrieron fusiones parciales a causa del tsunami de 2011, barajaron distintas opciones para deshacerse del agua y, con la aprobación del OIEA, consideraron hace una década que el vertido era el más viable.
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