José Donoso (UNEF): "El sector fotovoltaico se está estabilizando a unos números más realistas"

2022 pasará a los anales de la historia como el año en el que verdaderamente terminó de despegar el sector de la energía fotovoltaica en Europa. Y no es para menos ya que se instalaron 41,4 gigavatios (GW) de potencia fotovoltaica adicional en el Viejo Continente, lo que representa un 47% más que en el año 2021, año en el que se instalaron 28,1 gigavatios.

En el caso de España las cifras son aún más sorprendentes ya que durante el año 2022 se instalaron cerca de 7,5 GW adicionales de potencia fotovoltaica de los cuales 2,4 GW corresponden a autoconsumo fotovoltaico para el sector industrial y residencial, representando esta cifra un crecimiento del 108% con respecto al año 2021.

Con el objetivo de conocer más a fondo los detalles de un sector que cada vez está resultando más necesario y atractivo, desde El Periódico de la Energía nos hemos puesto en contacto con el Director General de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), José Donoso, para charlar sobre toda la actualidad que lo rodea.

¿En qué consisten los diferentes retos a los que se enfrenta el sector fotovoltaico?

Yo diría que el sector fotovoltaico se enfrenta a 5 o 6 grandes retos identificados y el primero sería la aceptación social, aceptar un sector regulado que depende de decisiones políticas. Si perdemos apoyo político la vida del sector se vuelve mucho más complicada pero también porque somos un sector que viene de apoyo social, viene de que cuando éramos la tecnología más cara para producir electricidad que podíamos, creímos en nosotros, apostamos por nosotros y lo podemos demostrar. De esta manera, será una apuesta para nosotros y que se lo deberemos a la sociedad con esa rebaja de precios. Y, al mismo tiempo, el impacto socioeconómico, así como medidas para optimizar el impacto socioeconómico local.

En cuanto a la sectorización social, el almacenamiento es fundamental. Cuanto más estamos vendiendo estos días ya que estamos alcanzando altos niveles de integración en la red, en nuestra energía necesitamos almacenamiento para ampliar nuestra ventaja positiva de reducir dos precios por más horas al día, pero también para que reduzca el impacto de la canibalización por la nueva potencia que no se introduce en el mercado.

El hecho de adaptar una tecnología que no tiene costes marginales a un sistema de mercado que sí los tiene, es decir, que fija el precio en función de esos costes marginales, es evidentemente un gran reto para evitar esa canibalización del sector, en la que las subgranjas pueden jugar un papel fundamental para dar una señal interesante a los inversores del futuro canal.

Y la quinta, me parece, si no recuerdo mal, que te dije el otro día, es la generación distribuida. Entre las grandes centrales y el autoconsumo, hay un entorno de pequeñas centrales, pequeños proyectos, que no son de autoconsumo, pero que tienen dificultades para competir con las grandes centrales, que no consiguen esas economías de escala pero que son proyectos de generación distribuida que son muy interesantes desde el punto de vista socioeconómico y que nos proporcionan una mayor diversidad de actores en este mercado. particular tanto para subcuencas como para subcuencas sin restricciones, las últimas que se han realizado en España han creado unas condiciones que hacen poco fiable esta fórmula, pero subcuencas que no tienen más restricciones que las de los grandes proyectos.

Un sexto reto es la estabilidad regulatoria. En España venimos de un modelo de acelerón y frenazo que es nefasto para la estabilidad del sistema, para la estabilidad económica de las empresas, y en particular para las sectores de fabricación. Necesitamos una continuidad, independientemente de cambios políticos, una continuidad básica en la apuesta por una energía, que es una gran oportunidad para nuestro país. Nuestro país en una revolución industrial siempre ha tenido un hándicap. Nunca hemos tenido un suministro endógeno de energía competitivo. Nuestro carbón era caro y malo, no hemos tenido petróleo, pero ahora por primera vez tenemos la ocasión de participar en esta cuarta revolución industrial con un input energético más barato que nuestros competidores, que es la energía fotovoltaica.

Mientras que podemos poner por ejemplo en los países nórdicos, Alemania, las horas medias de una planta fotovoltaica son 950 horas, en España una planta fotovoltaica se envuelve entre 1.900 y 2.000 horas. Si esto además le unimos el efecto economía de escala, dispone de territorio para hacer grandes plantas, mientras que en el norte de Europa no lo hay, es más, estamos a salto como el moro fizado. Al fin, lo que significa es que el coste del kilovatio de la producción de borrota hay que dar la mitad producido en Europa. Esto es una ventaja competitiva para nuestra industria y nos da una opción para reindustrializarnos. Entonces, esa estabilidad política es fundamental para que no tiremos por la borda esta ventaja competitiva.

¿Hay burbuja en el sector renovable, especialmente el fotovoltaico?

Hay expectativas demasiado altas de sacar una rentabilidad a plantas o a ese grupo de empresas que se especializan en la tramitación de permisos. Sin embargo, esas expectativas se están rebajando poco a poco. El sector se está estabilizando a unos números ya más realistas. Al final el mercado es quien decide si de los 40 MW a construir, se construyen 25 o 30. Independientemente de aquellos que no reciban la autorización de construcción por alguna razón, será el mercado el que decida con las perspectivas de canibalización o no, de precios altos o precios bajos y la voluntad de la banca de financiar los proyectos.

Todo eso va a afectar en un nuevo escenario de incremento de los tipos de interés, pues puede afectar a la rentabilidad de proyectos que puede que nunca se hagan. En pocos meses ha caído de lo que se pagaba el año pasado a lo que se está pagando ahora. Ahora sí se ha racionalizado, los precios están más racionalizados, hay una mayor oferta y como toda oferta a todo incremento de la oferta en teoría de mercado le sigue un descenso de los precios y eso se está viendo.

Y luego sobre los posibles cuellos de botella, sí que los hay. Y si no se consigue extender la construcción de todo en dos años, como establece la ley, los seguirán habiendo y se seguirán formando nuevos, sobre todo en lo que respecta a transformadores y algunos elementos críticos que no van a estar a tiempo. Y luego pues los especialistas van a tener una gran demanda y puede haber cuellos de botellas también en la mano de obra.

Por una renovada industria solar en España

¿Hay intención de crear una industria solar en España? ¿Se busca atraer las inversiones hasta aquí?

España puede atraer inversiones de varios tipos: uno son las empresas como la de diamantes sintéticos, Diamond Foundry, que vienen en busca de energía eléctrica barata. Además, nuestro país tiene la oportunidad de industrializarse, contamos con empresas punteras en fabricación de inversores, en electrónica de potencia, seguidores, estructuras... Sin embargo, nos faltan los faltan los paneles.

Venimos de un paradigma en el que nos daba lo mismo comprar de otras zonas del mundo, particularmente de Asia, algo que se traducía en ahorro de costes, todo era más barato, y eso nos dio al final de la cadena más flexibilidad para ser más competitivos. Ahora hemos pasado por dos distopías, la pandemia y ahora la guerra en Ucrania. Si ocurriese algo que interrumpiera el comercio con Asia, se generaría una situación de escasez de mercado que afectaría a nuestra seguridad energética y al proceso de transición ecológica y en definitiva, a la seguridad nacional.

Hay que cambiar el concepto de geoestrategia por el de tecnoestrategia. Ahora no es importante encontrar ninguna zona del mundo porque allí se produce carbón o petróleo, ahora lo importante es controlar la tecnología, entonces tenemos que trabajar con este concepto de reserva tecnológica estratégica y decidir si tener capacidad para fabricar una cierta cantidad significativa de paneles de forma que, ante una nueva distopía, no se interrumpa ni el proceso de transición ecológica ni la reposición de paneles.

El sector privado tiene que responder con propuestas, pero también estamos viendo como muchos grupos internacionales, incluidos asiáticos, analizan la posibilidad de fabricar en España.

¿Cómo se arregla el tema de los _curtailments _o vertidos? ¿Les preocupa?

Siempre es una pena lo de desperdiciar potencia limpia y barata que puede estar vertida en el sistema. Es necesario tener transparencia, información. Ahora que se van a afrontar importantes proyectos de inversiones en nuevas plantas, sería importante que Red Eléctrica publicara cuál es la previsión que tiene de vertidos en cada nudo para que ya las empresas y los bancos que vayan a financiar integren esos vertidos en sus estudios económicos para ver si le salen los números o no. Creo que es importante para evitar problemas a posteriori.

En cuanto a cómo arreglarlo, diría que a medio plazo podría hacerse mediante el refuerzo de las infraestructuras pero en el corto plazo, como ya he mencionado en varias ocasiones, con almacenamiento.

Si es el coste que se está pagando por la promoción, ya ha caído de manera importante. En pocos meses ha caído de lo que se pagaba el año pasado a lo que se está pagando ahora. Ahora los precios están más racionalizados, hay una mayor oferta y como toda oferta a todo incremento de la misma le sigue un descenso de los precios y eso se está viendo.

¿Cuál es la situación actual del autoconsumo a nivel nacional?

En 2022, año que yo considero pico, se instalaron 2.507 MW de nueva potencia instalada de energía solar en instalaciones de autoconsumo. Esta cifra supone un incremento del 108% con respecto a 2021, cuando se pusieron en marcha 1.203 MW. En total, nuestro país ya cuenta con 5.249 MW de potencia instalada acumulada de autoconsumo.

Los altos precios de la electricidad, motivados por la incertidumbre causada tras la invasión de Ucrania, así como el impulso de las ayudas contempladas dentro de los Fondos de Recuperación del Gobierno han generado que el autoconsumo siga batiendo récords en nuestro país.

Ahora es cuando están empezando a ponerse en funcionamiento los primeros proyectos de autoconsumo colectivo, una tendencia que irá aumentando e impulsará todavía más al sector.

¿Qué expectativas tienen desde la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) en cuanto al PNIEC?

La Unión Española Fotovoltaica considera que la potencia instalada en España se podría elevar hasta los 65 gigavatios (GW) en 2030, cifra que es un 66% superior a los 39 GW incluidos actualmente en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

Dentro de estos 65 GW de objetivo máximo, UNEF contempla que el autoconsumo llegue a una potencia de unos 15 GW, aunque todo dependerá del desarrollo del hidrógeno, que es un vector que se ha convertido también en indispensable para el futuro de la descarbonización.

¿Podría hacer un balance de cómo ha ido la última feria que ha acogiado a todo el sector fotovoltaico europeo, Intersolar?

El balance es muy positivo. Este año ha habido un crecimiento espectacular, con 85.000 visitantes diarios. La feria ha puesto en evidencia cuál es el peso a nivel mundial que tiene en este momento nuestro sector.

Nosotros este año, por primera vez, hemos llevado un _stand _agrupado de empresas españolas, que es una cosa que llevamos muchos años haciendo pero este año por primera vez lo hemos llevado a esta feria y lo hemos "materializado". Deseamos que el éxito que ha tenido la iniciativa siga extendiéndose los próximos años de forma que más empresas pequeñas puedan participar.