La escasez actual de nuevos proyectos petrolíferos podría entrañar un "riesgo" a corto plazo para el mercado del crudo, "si los recortes en actividades de exploración y producción de este año persisten en 2017", ha informado la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
En un acto celebrado en Madrid, el director de Política Energética, Sostenibilidad y Tecnología de la AIE, Kamel Ben Naceur, ha presentado hoy el informe 'World Energy Outlooks 2016, elaborado por AIE, en el que se ha abordado el papel que jugará a futuro el mercado petrolífero.
En este sentido, la AIE apunta que "si la cantidad de proyectos nuevos aprobados sigue siendo baja por tercer año consecutivo en 2017, cada vez será más improbable que la demanda y la oferta de petróleo puedan ajustarse a principios de la década de 2020 si no se genera un nuevo ciclo de expansión o recesión para la industria".
Ben Naceur ha explicado que ante el escenario actual de incertidumbre, su entidad trabaja con un precio previsto por barril de petróleo en el entorno de los 70-80 dólares (65,8-75,2 euros) a futuro.
La previsión de la AIE supondría casi duplicar los precios actuales por barril, pero estarían lejos de los máximos de 130 euros que se anotaron en 2008 o de los cercanos a los 100 euros del año 2013.
Por países, Ben Naceur ha señalado Estados Unidos será uno los de los países que sufra mayores cambios a largo plazo, ya que en 2040 "no realizará importaciones de crudo", debido al potencial de su petróleo de esquisto, procedente de técnicas de fractura hidráulica -fraking-.
La previsión para la Unión Europea es que, en 2040, tendrá una dependencia del crudo "considerablemente menor a la actual"
Ben Naceur ha atribuido este cambio a la transformación que sufrirá en los próximos años el mix energético mundial -conjunto de fuentes de producción de energía-, que en los últimos 25 años ha estado protagonizado por el carbón, gas natural, petróleo y fuentes de bajas emisiones -nuclear y renovables-, en este orden.
"En los próximos 25 años, aunque todas las fuentes de energía crecerán, las de fuentes bajas en emisiones registrarán el mayor incremento en términos absolutos", ha señalado Ben Naceur, quién prevé un "papel fundamental" de las renovables.
Según el escenario que maneja la AIE, "el 60 % del parque eléctrico mundial será renovables en 2040", con especial peso de la energía eólica y solar. Además, la mayor parte de esta generación de esta electricidad "será competitiva sin necesidad de subvención alguna".
La AIE ha advertido que el cambio se producirá siempre que se cumplan los objetivos climáticos suscritos por las principales economías del mundo.
En diciembre de 2015, la Cumbre por el Clima de París (COP 21) aprobó un ambicioso acuerdo -que ha entrado en vigor el pasado 4 de noviembre- por el que los 195 países firmantes del mismo, responsables de 76,5 % de las emisiones contaminantes globales, se comprometieron a adoptar políticas medioambientales que impidan que la temperatura global del planeta suba por encima de los 2 grados centígrados.
En relación al posible incumplimiento de lo acordado en París por parte del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Ben Naceur ha señalado que sus declaraciones sobre el acuerdo de París "se han suavizado" desde que ganó las elecciones y confía que sus políticas no comprometan los objetivos suscritos.
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