Han pasado seis meses del gran apagón ibérico y aún hay muchas preguntas sin respuesta o cuestiones sin resolver. A la espera de conocer en enero el informe final de Entso-e, o el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), este miércoles hemos conocido la opinión de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) al respecto de lo sucedido en el sistema eléctrico peninsular el pasado 28 de abril.
Dentro de su World Energy Outlook 2025, la AIE dedica un pequeño capítulo especial al gran apagón ibérico de España, Portugal y parte del sur de Francia.
"El 28 de abril de 2025, la Península Ibérica sufrió un apagón generalizado que interrumpió el suministro eléctrico en España, Portugal y parte del sur de Francia, afectando a más de 50 millones de personas", comienza su comentario la AIE.
Explica la agencia los hechos acaecidos durante el apagón que se han conocido a través de los distintos informes, sobre todo el de Entso-e.
"En los minutos previos al apagón, el sistema eléctrico se volvió inestable, con fluctuaciones inusuales en la tensión y el flujo de potencia. A esta inestabilidad le siguió un fuerte aumento de la tensión, ya que los sistemas de protección desconectaron erróneamente generadores que habían estado absorbiendo potencia reactiva, a pesar de que los niveles de tensión aún no habían superado los umbrales establecidos por la normativa.
A medida que se desconectaban más centrales, la tensión aumentó aún más, lo que provocó una cascada de desconexiones adicionales. Cientos de megavatios (MW) de fuentes distribuidas más pequeñas se desconectaron inesperadamente, lo que dificultó aún más la respuesta de los operadores del sistema. Finalmente, el sistema ibérico quedó aislado del resto de Europa y los sistemas de seguridad automáticos no pudieron evitar un colapso total", comenta la AIE.






Frank
12/11/2025