Política energética

La comisaria de Energía afirma que "comprar gas ruso es una decisión política y peligrosa"

Kadri Simson ha pedido a los ministros que presionen a las empresas compradoras de gas para que no aporten "ningún ingreso extra a Rusia"

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La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha asegurado que la Unión Europea (UE) está preparada para desprenderse "gradualmente" del gas de Rusia, incluido el que llega por barco, y también para asumir la caducidad a final de año de los contratos de tránsito de ese hidrocarburo ruso a través de Ucrania.

"No hay excusas, la UE puede pasar sin gas ruso", dijo Simson al término de un Consejo de Ministros de Energía de los países de la UE, que aseguró que si los Estados miembros deciden procurarse ese hidrocarburo en Moscú no es por "una necesidad, sino es una decisión política y peligrosa".

La comisaria hizo esas declaraciones en una rueda de prensa junto al secretario de Energía de Hungría, Attila Steinner, pues su país ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE y preside las reuniones ministeriales, en un contexto en el que Budapest negocia la compra de gas al gigante ruso Gazprom.

"Es complicado (...). Hungría también está progresando bien en la diversificación", gracias en parte al despliegue de renovables, y Budapest también negocia con "un par de suministradores adicionales", además de Gasprom, y negocia con Croacia cómo utilizar sus terminales, dijo Steinner preguntado por las negociaciones con la gasística rusa.

El gas de Rusia

El húngaro agregó que parte del problema reside en la infraestructura, que no se puede construir "de un día para otro".

"Necesitamos que nuestros vecinos puedan transportar el gas (...), ése es el desafío. Y mientras tanto nos gustaría mantener la seguridad energética", señaló.

Simson se refería, en paralelo, a dos fenómenos: el de los contratos entre Ucrania y Rusia que Kiev no va a prolongar y el de los barcos con gas natural licuado (GNL) ruso que llegan a las terminales europeas.

En el primero de los casos, la comisaria aseguró que no habrá problemas porque "el centro y el sureste de Europa tiene opciones diversificadas ahora para reemplazar completamente los 40.000 millones de metros cúbicos (40 bcm) de gas ruso que todavía transitan por Ucrania".

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"He reafirmado a los ministros que estamos preparados. Sabíamos que los contratos terminaban a final de año y la Comisión ha estado trabajando estrechamente con los países más impactados para un escenario de tránsito cero a partir del 31 de enero de 2025", dijo.

El otro aspecto, el de las importaciones de GNL ruso, fue un punto incluido en la agenda del consejo a petición de Bélgica, un país con terminales de regasificación, y debatido por los ministros a puerta cerrada.

Tras la invasión de Rusia sobre Ucrania, la Unión Europea prohibió las importaciones de todo el carbón y casi la totalidad del petróleo ruso, pero no del gas, donde el bloque dependía de Moscú en más de un 40% de las compras de ese hidrocarburo.

Más adelante, y a medida que el gas ruso pasaba a ser menos importante en las compras comunitarias, la UE impuso un tope de precio a las compras de gas natural licuado de Rusia, vigente hasta el 31 de enero de 2025, y a partir del próximo año sancionará también a los barcos rusos. Pero cada vez entra más GLN ruso o presuntamente ruso en la UE, en un mercado muy poco transparente.

"Los compradores no son países, son compradores privados (...) que no son los consumidores finales", dijo la comisaria, quien agregó que los Estados miembros han pedido más información porque, por ejemplo, las terminales de GNL por donde entra el gas no están necesariamente en los mismos países donde luego se consume.

En todo caso, Simson añadió que los ministros han aportado "información adicional" sobre cómo continuar el trabajo para poder eliminar "el gas ruso que queda rápida y eficazmente".

La comisaria reconoció que las importaciones rusas en la UE en los últimos meses han sido "significativamente más altas", y destacó que "a mediados de octubre no es aún demasiado tarde aún para revertir esta tendencia y acabar el 2024 con volúmenes de gas ruso inferiores a 2023".

"Desde 2022 habíamos reducido las importaciones cada año y no deberíamos dejar que el 2024 sea el año en el que hay un pico. Los incrementos se deben en parte a circunstancias excepcionales pero debemos estar alerta para que no se convierta en algo estructural", agregó.

En el que previsiblemente será su último consejo de Energía como comisaria, Simson añadió que ha pedido a los ministros que presionen a las empresas compradoras de gas para que no aporten "ningún ingreso extra a Rusia".

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