En todo el mundo, los fabricantes de automóviles, las empresas tecnológicas y ahora una serie de compañías de petróleo y gas con visión de futuro buscan capitalizar la revolución de los vehículos eléctricos (EV).
Según un reciente editorial de la consultora Wood Mackenzie, las grandes petroleras están cambiando su narrativa a medida que la presión política se adhiere a objetivos climáticos agresivos que proliferan como oportunidades en la comunidad inversora. En general, la decisión también es puramente económica: si las existencias de vehículos eléctricos crecen según lo previsto, la industria petrolera perderá aproximadamente 5,5 millones de barriles por día debido al desplazamiento de la demanda global.
A medida que la eficiencia del combustible continúe mejorando, y cada vez más países y gobiernos emitan mandatos de eficiencia de combustible más exigentes, Royal Dutch Shell ha comenzado a dar pistas de hacia dónde podría dirigirse la estructura tradicional de la compañía de petróleo y gas.
Según apunta Wood Mackenzie, el cambio de Shell a una huella de carbono más baja la transformará de ser una de las compañías petroleras más grandes del mundo a ser la compañía eléctrica más grande del mundo en la década de 2030. Shell reducirá su huella de carbono a la mitad para 2050, con la energía eléctrica y la carga de EV suponiendo una inversión anual -según ha anunciado- de 2.000 millones de dólares al año en energías renovables y tecnología limpia.
Si bien esa cantidad no supone un gran gasto para una gran compañía petrolera, dentro de las industrias de energías renovables y tecnologías limpias, sí supone una cantidad significativa que impulsará a la industria hacia adelante.
Shell New Energies
Shell lanzó "Shell Energy Inside" en Estados Unidos como parte de Shell New Energies, una división que se enfocó exclusivamente en desarrollar e implementar servicios con bajas emisiones de carbono a finales de 2018.
Shell New Energies adquirió Greenlots, el desarrollador de software de carga y gestión de vehículos eléctricos en 2019. Greenlots instala y opera estaciones de carga públicas, brinda servicios de equilibrio de red a varias compañías eléctricas y ofrece tecnologías digitales a varias compañías automotrices, incluidas Volvo y General Motors. Con fondos de capital de Shell, Greenlots puede hacer crecer su red y disfrutar de ventajas de inversión en ubicaciones de carga principales mucho antes que sus competidores.
Shell también adquirió NewMotion, que poseía una de las redes de carga de vehículos eléctricos más grandes de Europa, en los Países Bajos en 2017. Más tarde en 2018, Shell realizó una inversión en Ample, un nuevo participante en el espacio de carga de automóviles eléctricos.
En la opinión de Wood Mackenzie, Para capitalizar la infraestructura de vehículos eléctricos, las compañías petroleras tendrán que afrontar una dura competencia. Los fabricantes de automóviles buscan la propiedad de la infraestructura de carga de EV como una nueva oportunidad de ingresos. En los estados donde no está restringida, las compañías eléctricas también buscarán su propia infraestructura.
El gasto total en fusiones y adquisiciones de las principales compañías petroleras europeas en energía y energías renovables durante el periodo 2011-2018 queda reflejado en el siguiente gráfico:
José Juan
26/08/2019