Eficiencia

La eficiencia energética mejora de manera desigual en Alemania

Según los indicadores actuales de AG Energiebilanzen, la eficiencia energética de la economía ha mejorado más del 50% desde 1991, situándose el promedio anual en casi un 2,2 %

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Para producir bienes o servicios por un valor de 1.000 euros, en Alemania se emplearon en 2024 un promedio de 2,9 gigajulios (GJ) de energía. Esto equivale aproximadamente a 81 litros de gasóleo de calefacción o 805 kilovatios hora (kWh) de electricidad. Según los cálculos del Grupo de Trabajo de Balances Energéticos (AG Energiebilanzen), la eficiencia energética de la economía en su conjunto ha mejorado más del 50% desde 1991. El promedio anual de mejora de la eficiencia económica total en Alemania se sitúa ahora en casi un 2,2 %.

La eficiencia energética sube al 1,8% en 2025, pero muy por debajo del objetivo del 4%
La AIE publica un informe dedicado a esa cuestión en el que destaca que la mejora que se espera este año se debe en particular a países como India.

El consumo energético para la calefacción de viviendas se ha reducido en torno a un 28% desde 1991, una vez corregidos los efectos de temperatura y existencias, y actualmente se sitúa en 552 megajulios por metro cuadrado de superficie habitable (MJ/m²). La disminución media anual de la intensidad energética desde 1991 ronda el 1%.

En el sector del transporte se produjeron en 2024 ligeros aumentos de eficiencia respecto al año anterior. Sin embargo, en comparación con 1990, la mejora de la eficiencia en este ámbito es de apenas un 19 %, situándose claramente por debajo del 1 % anual.

La mayor reducción de la intensidad energética se ha registrado hasta ahora en el sector de comercio–hostelería–servicios (GHD). Aquí, el aumento de eficiencia desde 1991 asciende a aproximadamente un 59 %. No obstante, actualmente las mejoras de eficiencia en este sector se encuentran estancadas.

La intensidad energética de la industria empeora

La industria ha logrado aumentar su eficiencia energética en torno a un 33% desde 1991, lo que equivale a una mejora anual promedio de aproximadamente un 1,2 %. En la actualidad, según la AG Energiebilanzen, la intensidad energética de la industria está empeorando. Debido a la caída coyuntural de la producción, muchas instalaciones no pueden funcionar a plena carga de manera eficiente, lo que provoca un aumento del consumo energético por unidad producida.

En relación con la interpretación de los indicadores de eficiencia descritos, la AG Energiebilanzen señala que la evolución de la intensidad energética, especialmente en los sectores industria y GHD, no se debe exclusivamente a mejoras técnicas en los procesos de producción, sino también, en parte, a los efectos derivados del cambio estructural sectorial.

España, primer país del mundo en inversión per cápita en eficiencia energética
Según el informe 2025 International Energy Efficiency Scorecard del American Council for an Energy-Efficient Economy (ACEEE), España destina alrededor de 10.500 millones de dólares anuales a iniciativas de este ámbito.

En el conjunto del uso final de energía, la intensidad energética se ha reducido alrededor de un 42 % desde 1991.

En sus recientes cálculos actualizados sobre la eficiencia energética en Alemania, la AG Energiebilanzen destaca que, además de las mejoras en el ámbito de la energía final, también en el sector de transformación se utiliza la energía primaria de manera más eficiente: en la generación eléctrica, el rendimiento de las plantas se sitúa actualmente en el 61,7 %, mientras que en 1990 solo alcanzaba el 36,6 %. Para producir un kilovatio hora (kWh) de electricidad, hoy se emplea casi un 40 % menos de energía primaria que en 1990.

Mayor generación renovable

No obstante, esta mejora de eficiencia incluye también un efecto estadístico: la creciente generación eléctrica a partir de energías renovables —como la eólica, la fotovoltaica y la hidráulica— se contabiliza en la balanza energética en su totalidad (rendimiento del 100%), de acuerdo con acuerdos internacionales. En cambio, en la energía nuclear, eliminada en Alemania para 2013, se aplicaba un rendimiento del 33%. En las tecnologías de generación fósil, el rendimiento actual se sitúa en el 46%, frente al 36,8% registrado en 1990.

Los indicadores de eficiencia presentados regularmente por la AG Energiebilanzen para el balance energético se encuentran entre los cálculos energéticos estadísticos más complejos. El indicador clave para evaluar la eficiencia energética es la intensidad energética, que relaciona el consumo de energía con una magnitud de referencia.

Indicadores significativos requieren diferentes magnitudes de referencia que reflejen los usos específicos de la energía en los respectivos sectores. Entre las magnitudes más importantes se encuentran: población, producto interior bruto, valor de producción o valor añadido bruto, superficie habitable y rendimiento del transporte. La corrección por temperatura y existencias puede incrementar la fiabilidad de los indicadores.

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