Eléctricas

Con presas grandes o pequeñas, la energía hidroeléctrica es clave para el desarrollo sostenible de Asia y el África subsahariana

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Los expertos reunidos en la Semana Mundial del Agua en Estocolmo creen que para proporcionar más energía limpia, especialmente en los países de rápido crecimiento de Asia y en el  África subsahariana, el mundo necesita más presas hidroeléctricas. Sin embargo, el aumento en la construcción de grandes represas está desplazando a las comunidades más pobres, que poco a poco van perdiendo los derechos del agua, generando un problema que, en opinión de los líderes políticos y los investigadores, debe ser abordado antes de que se pongan más proyectos en marcha.

"Cuando se construye una represa de grandes dimensiones, la adquisición de tierras y las zonas de inundación  generan importantes desplazamientos de la población. Y la consecuencia no es un mayor desarrollo, sino un gran desastre”, dice Rajendra Singh, activista del agua en la India y ganador del Premio del Agua de Estocolmo de este año por sus esfuerzos en la protección de los ríos y el impulso de la recogida de las aguas pluviales.

Singh, que participó en la Semana Mundial del Agua en Estocolmo, dijo que la construcción de presas de pequeño tamaño en lugar de grandes puede ser una manera más eficaz para proteger a las personas pobres al tiempo que se facilita el acceso a las energías limpias. “Construya su presa en el río justo antes de la curva, y las comunidades podrán seguir utilizando el libre flujo del agua", instó, dibujando una línea serpentina en un pedazo de papel. "De esta manera se pude producir energía a menor escala pero garantizando los derechos de las personas a utilizar el agua."

En la actualidad, cerca de 160 países en todo el mundo utilizan la tecnología hidráulica para la generación de energía, según Adnan Amin, director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena). La energía hidroeléctrica genera casi el 16% de la producción de electricidad mundial, dijo.

En más de 50 países, las centrales hidroeléctricas proporcionan al menos el 50% del suministro total de electricidad. Un aumento de esta cuota, dijo Amin,  es crucial si el mundo quiere cambiar a una sociedad sostenible. Esto es cierto especialmente en Asia y en el África subsahariana, donde se espera que se produzca el mayor crecimiento de la población mundial de aquí a 2050, según los expertos.

La construcción de instalaciones de energía hidroeléctrica a pequeña escala puede tener mucho sentido, dijo Amin, pero advirtió de que no se podrán hacer hasta que se produzca la demanda. "Hay un auge del negocio de los pequeños proyectos hidroeléctricos, pero también hay que hacer frente a la creciente demanda de energía, que se triplicará en Africa y se duplicará en Asia para el año 2050. Así que tenemos que explorar todas las posibilidades", señaló.

"Si nos fijamos en los países en desarrollo con grandes necesidades de energía, grandes necesidades de agua, y una población en crecimiento, tenemos que encontrar fuentes de energía y de agua que puedan apoyar este crecimiento en el futuro. Resulta muy difícil renunciar a oportunidades para desarrollar energía limpia y riego a causa de los escépticos ", dijo.

Amenaza para la población  local

Pero la investigación llevada a cabo en África Occidental por el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo del Reino Unido, sugiere que la construcción  de presas a gran escala está provocando el desplazamiento generalizado de la población. Siete presas en África occidental, seis de ellas en la cuenca del Níger, han dado lugar al desplazamiento de unas 237.000 personas que han perdido sus hogares o sus tierras, dicen los investigadores.

Muchos han tenido dificultades para encontrar nuevas formas de ganarse la vida. En Burkina Faso, los planes de crear plantas de procesamiento de tomate y pescado para proporcionar puestos de trabajo aún no se han puesto en marcha, y en Senegal y Burkina Faso, el exceso de pesca en los embalses por parte de las familias desplazadas está generando numerosos conflictos, según algunos estudios recientes.

Nouradine Zackaria Toure, el jefe de la aldea afectada por la represa en la región de Gao, en Mali, dijo que nueve países de África occidental tienen hoy 150 presas, y hay otras 40 planificadas en la región. Eso ha generado numerosos desplazamientos,  falta de tierras de regadío, migración forzada y conflictos por la escasez de alimentos y agua.

Kalyan Singh, gobernador del estado de Rajasthan, en la India, dijo que el problema es que muchas presas y proyectos hidroeléctricos están diseñados para cumplir con las necesidades de agua y energía de regiones en crecimiento, pero a costa de poner freno a los derechos de las personas y comunidades que viven cerca de ellos.

La presa de Tipaimukh, actualmente en construcción en el noreste de la India, por ejemplo, va a afectar a la pesca o el acceso al agua de alrededor de 100.000 personas en la India y Bangladesh, dicen los activistas de la región."Los derechos de la comunidad se han vuelto escasos en la medida que el agua escasea para la gente", dijo Singh. Para evitar que el problema se agrande, Asia debe encontrar maneras de aprovechar los ríos sin conculcar los derechos de las personas, y en gran medida mediante la construcción de pequeñas presas en lugar de  grandes, advirtió.

Adnam Amin, director de Irena, admitió que hubo algunos impactos negativos de las grandes represas en el pasado, especialmente en países como Brasil. Pero este tipo de problemas son cada vez más un  problema del pasado. Los constructores han aprendido de los errores del pasado. Ahora hay que sopesar los costes y beneficios de las grandes presas, pero siempre teniendo muy presente que lo importante es el bien común.

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