La gran paradoja de España es que no tiene ni un solo megavatio eólico marino instalado en sus costas y sin embargo, es líder mundial en desarrollo tecnológico e innovación ‘offshore’ por parte de su industria y de los centros de investigación. Ése, junto con la reducción de los costes, han sido algunos de los temas debatidos en la Jornada ‘Perspectivas para la tecnología eólica marina en España’ organizada por REOLTEC, la plataforma tecnológica del sector eólico español, que coordina la Asociación Empresarial Eólica (AEE).
Iberdrola, Navantia, Siemens Gamesa, Acciona son algunas de las empresas españolas que participan en su desarrollo pero también otras empresas más especializadas o más tecnológicas como Windar Renovables, Ingeteam, Eolos Floating Lidar Solutions o Tecnalia.
“La transición energética es hoy el paraguas bajo el que es necesario aunar esfuerzos en todos los ámbitos, y en particular en el sector energético, y en este sentido, la eólica marina tiene un panorama prometedor de crecimiento y desarrollo”, ha dicho Juan Virgilio, director general de la AEE durante la inauguración de la jornada, “nuestras empresas, pioneras en tecnología eólica, están preparadas y comprometidas con el desafío de implementar la eólica marina en nuestro país y en la exportación de tecnología”. Tanto es así, que se prevé que en 2025 la eólica marina sea ya una realidad en las costas españolas, con aerogeneradores de 8MW como los que ya se están utilizando en la actualidad, pero que podrían ser de 13/15MW si el desarrollo tecnológico lo permitiera.
Una opinión que comparte Iván Pineda, director de asuntos públicos de WindEurope, quien ha señalado que “la marina flotante está a punto de comercializarse, porque continúa con un crecimiento acelerado y reduciendo sus costes, uno de los principales obstáculos para su desarrollo, y esto es sobre todo gracias al tamaño cada vez mayor de los aerogeneradores, al diseño de proyectos más grandes y a una mayor visibilización de las instalaciones”.
Según ha explicado Pineda, hay un gran potencial de ‘offshore‘ flotante en Europa. Las perspectivas de cara al 2020 y según la capacidad aprobada, de un total de 24,8 GW previstos, el 78,1% (19,393MW) se realizarán en el Mar del Norte, el 41% (1.025MW) en el Atlántico, el 14,1% (3.490MW) en el Mar Báltico, un 2,6% (657MW) en el Mar de Irlanda, y una pequeña porción, el 1,1% (272 MW) en el Mediterráneo, “pero el mayor proyecto
“Nadie pensaba en 2011 que seis años después los rotores serían de 154 metros y la potencia de los aerogeneradores de alta mar fuera de 8MW”, ha apostillado Jon Lezamiz, Global Public Affairs Director de Siemens Gamesa Renewable Energy, una compañía que cuenta con el 70% del mercado eólica marina en el mundo, “pero tiene que haber un mayor desarrollo si se continua reduciendo costes y se mantienen las presiones de precios”. Lezamiz no cree que en 2025 “demos el salto a motores de 13/15MW, pero sí considero que de los 60-70GW de offshore que se pretende instalar en las costas europeas, la gran parte será eólica flotante“.
Sin embargo, ha recordado que “para ello, es importante el apoyo social, sin la colaboración de toda la cadena de suministros de la industria, a los ‘turbineros’ nos sería difícil conseguir los objetivos”. Entre esa cadena de suministros están los barcos que transportan todo el material necesario para la construcción de los parques y Angel A. Fernández, responsable de diversificación de Navantia, le ha reconocido que “los astilleros podemos aportar las instalaciones y la capacidad para proveer de unidades offshore, módulos industriales y barcos diseñados y fabricados específicamente para las necesidades de la eólica marina”.
Quienes lo conocen muy bien son los responsables de Iberdrola Renovables. Su larga experiencia en la construcción de parques eólicos marinos suma 8 GW desarrollados entre las costas de Reino Unido, Alemania, Francia y EEUU desde 2007. Pero Rafael Vara, Jefe de proyecto Wikinger de Iberdrola, también se ha preguntado “cómo afrontar la reducción de costes, que debe hacerse para poder competir en las subastas”. La solución es estandarizar, “muy difícil, pero es una de las claves para reducir esos costes”.
Mientras se buscan soluciones para la optimización de costes, numerosos centros tecnológicos, principalmente situados en Canarias y en el País Vasco, están instalando bancos de ensayos para poder probar desde componentes hasta subsistemas, cualquier elemento que tenga que ser validado antes de llevarse a alta mar. Es el caso de Tecnalia, el mayor centro tecnológico privado de nuestro país y uno de los mayores de Europa, que apuesta por desarrollar la eólica marina con el sistema Nautilus pero que su objetivo es la búsqueda de soluciones que permitan esa reducción de costes tan reiterada durante la jornada.
También la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) está haciendo grandes avances, pero el viceconsejero de Industria, Energía y Comercio del Gobierno de Canarias, Adrián Mendoza, ha recordado que “necesitan que el Gobierno central agilice los trámites administrativos para crear tres áreas de ensayo para instalaciones de energía eólica marina en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura” y para que las empresas españolas lideren la investigación y el desarrollo de prototipos de energía eólica marina en España.
En esa carrera tecnológica compite el País Vasco. Según Yago Torre-Enciso, director técnico de la Plataforma BIMEP y del Consorcio Tecnológico ADMA ENERGY, “pretendemos que a finales de 2017 ya estén operativos los cinco bancos de ensayos que hemos creado para el proyecto WindBox, el Centro de Fabricación Avanzada del sector eólico“. Un proyecto en el que el gobierno vasco ha destinado 13 millones de euros.
Unas ayudas que también ofrece Industria. Según ha recordado Mario Buisán, director general de industria y de la Pyme del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, como “uno de los campos hacía donde sin duda puede diversificarse el sector eólico es hacia la industria marina, con unas interesantes perspectivas de crecimiento, y donde aún quedan por solucionar un gran número de desafíos tecnológicos, la Dirección General de Industria y Pyme cuenta con una línea de apoyo financiero a proyectos de digitalización del sector para ayudar a las empresas eólicas a ejecutar proyectos que supongan la incorporación de soluciones tecnológicas en sus productos, procesos y modelos de negocio”. El importe total de la ayuda en 2017 ha sido de 100 millones de euros y con ella se busca financiar proyectos de investigación industrial, desarrollo experimental e innovación en procesos y organización para la PYME.