Renovables

La extraña fusión de Nordex Acciona o cómo la parte española logra salvarse de los recortes de plantilla

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Hace ya dos años del anuncio de una de las fusiones más sonadas del sector eólico europeo. La alemana Nordex y la filial de Acciona, Acciona Wind Power, se unían para enfrentarse a un mercado cada vez más competitivo, y en abril del 2016 decían haber completado una fusión que crearía un líder mundial de la industria eólica.

Pero están lejos de conseguirlo. Cierto es que son una sola compañía desde el punto de vista mercantil, pero siguen siendo dos en la vida real. "Las diferencias entre ambas firmas son tan grandes que tienen verdaderos problemas en el proceso de fusión: son distintas en el sistema de trabajo, en los mercados en los que compiten, la tecnología de sus máquinas, el know-how de cada una de ellas... Tienen negocios muy diferentes y ni siquiera los directivos de ambas compañías se llevan bien, así que cada una va por libre", señalan fuentes conocedoras, "pero no hay que verlo como algo negativo, al menos para Acciona Wind Power, porque gracias a ello el recorte de plantilla no les va a afectar".

El ajuste que va a llevar a cabo Nordex, que afectará a entre 400 y 500 empleados, el 9,6% del total, se centrará en sus instalaciones alemanas y no tendrá así repercusión alguna en los centros que tiene en España, donde suma 1.300 empleados, según ha confirmado la compañía.

"Acciona es una parte poco conflictiva, trabaja como un núcleo cerrado, tiene su propia área de fabricación, diseña máquinas, es promotor, construye parques eólicos, y los explota, vende la energía al mercado", explican las fuentes, "y hasta tiene su propia compañía de mantenimiento de parques eólicos, EROM, por lo que da pasos diferentes en sus decisiones respecto a lo que ocurre en Nordex".

Sus caminos están tan distantes que mientras que Nordex tiene una fuerte posición en el mercado europeo, con el 80% de sus ventas, Acciona Wind Power apunta a América del Sur, con el 94% de su cartera de pedidos.

"Muchas empresas alemanas están apretando mucho para bajar los costes de producción, de todos es conocido que las máquinas alemanas son muy caras, pero en España ese ajuste ya se hizo con la crisis económica y con el recorte a las renovables, lo que permite que ahora sean mucho más competitivas por precio, sin haber perdido el prestigio que el sector eólico tiene fuera de nuestras fronteras", concluyen las fuentes.

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