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Varios días después todavía se oye el eco de la intervención del secretario de Estado de Energía en funciones, Alberto Nadal, el pasado miércoles, 16 de marzo, en el Club Español de la Energía cuando inauguraba la jornada de presentación del Balance Energético de 2015 y Perspectivas para 2016. Ecos de asombro e indignación por lo que muchos consideramos una actuación indigna en el fondo, por el foro en el que se produjo y la situación actual (“en funciones”) del responsable de la política energética del Gobierno.

Nadie en el sector de las renovables esperaba del señor Nadal una defensa a ultranza, de las energías limpias. No somos tan ingenuos. Su actuación a lo largo de estos algo más de tres años ha dejado muy claro que Alberto Nadal opina lo contrario que el resto de los dirigentes de nuestro entorno, desde la conservadora señora Merkel al demócrata Barack Obama. No esperábamos un cambio de postura pero tampoco una intervención tan penosa que tristemente demostró no estar a la altura del cargo que ocupa.

Para empezar porque su discurso fue un mitin político en contra de Ciudadanos y PSOE y de sus propuestas en materia de energía plasmados en el acuerdo que ambas fuerzas rubricaron hace ya unas semanas. Quizás pensaba el señor Nadal que las elecciones están cercanas, a la vuelta de la esquina,  y que era el momento de un discurso en clave electoral.

Es evidente que cualquier persona es libre de pensar cuál es el modelo energético ideal, con la combinación de tecnologías que estime más oportuna, pero creo que en la posición de un secretario de Estado, y mucho más en funciones, uno puede esperar que para defender la mejor opción no se recurra a atacar a las energías renovables y sobre todo hacerlo con tan poco rigor y argumentos tan manidos y desmentidos.

Fue una intervención que me hizo reflexionar sobre si tres años en un puesto en el Ministerio de Industria y Energía son suficientes para sentar cátedra sobre energía nuclear, renovables, gas y las interconexiones con terceros países, sin ninguna experiencia previa ni en el sector eléctrico ni en el energético.

Una vez más -y como lo ha hecho el ministro Soria en ocasiones- empleó las cifras a su antojo. Como ejemplo sirva el dato sobre el cumplimiento de los objetivos europeos en 2020. Según el secretario de Estado superamos el 18% de cumplimiento y asegura que llegaremos al 20% para el año 2020. Sin embargo, Eurostat (Oficina Europea de Estadística) afirma que en España el objetivo de cumplimiento es del 16%, un dato más objetivo que el ofrecido por el Ministerio de Industria y Energía ya que no tiene fines partidistas o políticos.

También afirmó el señor Nadal en su intervención que si mañana se cerrasen las centrales nucleares la luz subiría de golpe un 25% …. y se quedó tan ancho. No se sabe a quién dirigía su conclusión puesto que todas las fuerzas políticas marcan un calendario que desmentiría ese dato catastrofista. No reconoce el secretario de Estado de Energía en funciones, por ejemplo, que las energías renovables son capaces de abaratar el precio del mercado mayorista y que son estas y no la meteorología las que consiguen ahorrar dinero a nuestra economía.

El secretario de Estado parece ignorar también que España tiene ya tanta capacidad instalada de ciclos combinados de gas, con un escaso aporte a la cobertura de la demanda, que no es necesario construir un solo MW más de esta tecnología hasta dentro de muchos años. Sin embargo, el desarrollo de la renovables sí que está ligado a los objetivos europeos, desarrollo que él se ha ocupado en frenar radicalmente durante su mandato.

muchos países apuestan por las tecnologías renovables ya incluso por una mera cuestión de costes y competitividad, desbancando al gas, al carbón y por supuesto a la energía nuclear

Si miramos al resto de economías desarrolladas veremos que muchos países apuestan por las tecnologías renovables ya incluso por una mera cuestión de costes y competitividad, desbancando al gas, al carbón y por supuesto a la energía nuclear.

El secretario de Estado omitió en su mitin electoral que Alemania, país con gran desarrollo y ningún déficit de tarifa, está en proceso de cerrar todas sus centrales nucleares. No sé si sabe que Francia, el país paradigmático de la energía nuclear, también planea una transición hacia las energías renovables con un vuelco fundamental en el peso de esta tecnología. Fukushima debe darnos una idea de que la energía nuclear es sostenible económicamente sólo cuando se externalizan gran parte de sus costes y por supuesto, de los derivados de mantener los residuos nucleares por los siglos de los siglos ni hablamos...

Es lamentable que en un foro plagado de expertos en el sector energético el discurso fuera tan sesgado y tan poco riguroso. No cabe descartar, desgraciadamente, que el sucesor de este secretario de Estado, dada la incertidumbre política, le haga bueno como sorprendentemente ha sucedido en varias ocasiones. Creo que él, el señor Nadal,  está poniendo muy difícil aquello de que otros vendrán que bueno te harán. Menos mal que los votantes tenemos una memoria selectiva mejor que la suya.

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3 comentarios

  • rulo

    rulo

    23/03/2016

    Secretario de Estado de Energía con ese mayúscula ;)
  • golpedefecto

    golpedefecto

    27/03/2016

    Pues este artículo parece que adolece, al menos en parte, de lo mismo que se acusa al secretario de estado, ya que los efectos sobre retirada de energía nuclear o mayor potenciación de renovables es de momento un tanto subjetivo.
    En primer lugar, la capacidad instalada renovable no sería suficiente para satisfacer la demanda y requeriría de sistemas de generación de backup. De tal forma que si se elimina la energía nuclear se incorporarían al sistema otras fuentes de generación más caras que incrementarían el precio de la electricidad en su totalidad dado el carácter marginalista del sistema.
    Y ello supondría un riesgo importante, dado el carácter de no gestionabilidad de las energías renovables. Y precisamente por este motivo, y de momento, el impulso renovable representa una iniciativa principalmente de carácter político más que de eficiencia. Sin perjuicio de que las energías renovables sea necesario que formen parte del mix de generación actual y lleguen a ser algún día la panacea de la energía barata y abundante.
    Con respecto a lo mencionado a terceros países, indicar que Alemania ha cerrado y prevé cerrar sus centrales nucleares, pero de momento parece que está quemando mas carbón y contaminando más, es decir, no se ha sustituido por renovables. Francia reducirá su capacidad nuclear del 75% al 50%, pero esta última cifra es todavía significativa. Y Japón esta reabriendo las centrales que permanecieron cerradas tras el tsunami, quizá porque la energía nuclear no es tan dañina como la publicidad que ha tenido, fruto probablemente de la mala estructura en seguridad de las centrales japonesas antes de Fukushima.
  • Paco

    Paco

    27/03/2016

    Duele mucho saber que en el año 3.000 y en el 4.000..5.000.......quienes habiten el planeta seguirán gestionando los resíduos nuclerares que producimos hoy. Duele más la indiferencia de muchos. Ah, que para entonces ya no habrá vida!! pues sí que vamos bien.

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