En los próximos años, la generación distribuida se extenderá por todo el mundo como un nuevo modelo de producir y consumir energía. Y no solo lo hará en lugares más remotos y alejados de la civilización sino, sobre todo, en los países donde la tecnología está más avanzada y al alcance de la mano.
Los avances transformarán al consumidor en un agente activo y harán más compleja la gestión energética, un cambio de paradigma que a su vez impulsará un nuevo nicho de mercado: la optimización del rendimiento de los activos. Según el nuevo informe de Navigant Research, "Asset Performance Optimization for Distributed Renewables_" _que analiza el mercado global para la gestión distribuida del rendimiento de activos renovables, los ingresos globales en este segmento de negocio aumentarán de los 4.600 millones de dólares alcanzados en 2018 hasta los 23.200 millones que se prevén para 2027. Se anticipa que el crecimiento será impulsado principalmente por su desarrollo en Europa y América del Norte aunque se esperan importantes aumentos de capacidad en Asia Pacífico.
A lo largo y ancho del planeta, los mercados energéticos son testigos de una mayor proliferación de recursos renovables distribuidos. La energía producida y consumida a nivel local y los smart-meters son probablemente las aplicaciones más importantes para las nuevas tecnologías de generación.
La evolución del sistema eléctrico es el desarrollo de microrredes como elementos básicos de la nueva red inteligente. Esa red local incluye generadores distribuidos, activos de almacenamiento de energía y cargas dispersas, que pueden operar aisladas o conectadas a la red. La optimización del rendimiento de los activos permitiría integrar esa generación distribuidas con la red principal, mejorando su estabilidad.
Pero como los equipos pueden fallar, y más aún en ubicaciones fuera de la red, las subidas y picos aleatorios en la demanda de energía pueden suponer millones de euros al día perdidos para los propietarios de activos y las condiciones climáticas adversas pueden ocasionar un rendimiento ineficiente, los proyectos de generación distribuida pueden ver peligrar su futuro al aumentar exponencialmente los riesgos, creando una necesidad imperativa de optimizar el rendimiento de los activos.
Navigant Research define la gestión del rendimiento de activos para la generación distribuida como la digitalización de las operaciones, el mantenimiento y el rendimiento técnico de tecnologías de energía distribuida, como plantas fotovoltaicas solares, turbinas eólicas y soluciones de almacenamiento de energía para permitirles operar al más alto nivel de eficiencia y al máximo de su disponibilidad.
La optimización del rendimiento de los activos, por lo tanto, se refiere a un enfoque holístico para gestionar estratégicamente el riesgo y los rendimientos para los propietarios de activos, al tiempo que garantiza un rendimiento técnico óptimo.
Debido a la logística que implica la operación y el mantenimiento de las instalaciones remotas, las soluciones integradas tienen una ventaja económica sobre las prácticas de mantenimiento correctivo y reactivo. Dado que el mercado de las energías renovables distribuidas se debe principalmente a la economía operativa, la optimización del rendimiento de los activos puede afectar significativamente al rendimiento del capital y reducir el coste total de los proyectos para sus propietarios. Sin embargo, como todas las industrias, el sector de las energías renovables tendrá que aprovechar las economías de escala para maximizar los beneficios de este nuevo modelo de negocio.
Siete beneficios de la optimización
- Identifica errores antes de que ocurran a través del mantenimiento predictivo.
- Facilita el aprendizaje automático y el análisis de datos.
- Identifica los costes de operación y mantenimiento (O&M) para cada fase del ciclo de vida del activo.
- Reconduce las decisiones de gestión de riesgos.
- Racionaliza y predice los requisitos de posibilidades y recursos.
- Define el perfil de fallos en los activos y las garantías de disponibilidad.
- Predice la esperanza de vida de los activos y reducir las inversiones de CAPEX.
La digitalización puede ayudar a calcular la diferencia entre el rendimiento esperado y el rendimiento real en diferentes tipos de activos, al mismo tiempo que identifica las causas de la pérdida de rendimiento. Las actividades en O&M habilitadas digitalmente permiten sincronizar la producción y equilibrar la demanda de energía y la curva de consumo al tiempo que ofrecen los mejores servicios de monitoreo. En definitiva, este negocio incluye nueva tecnología para incorporar el Internet de las cosas, como análisis de datos, robótica, inteligencia artificial, aprendizaje automático y gemelos digitales.
La combinación de todos estos factores transformará la capacidad del sector de la energía distribuida para aumentar la eficiencia, reducir las emisiones en los sistemas híbridos de energía renovable y aportará más flexibilidad y resistencia a la generación de energía renovable.
Los activos conectados inteligentes y la digitalización pueden abrir nuevas oportunidades para optimizar el rendimiento de los activos y, por tanto, aumentar la eficiencia en los activos renovables distribuidos.
El informe señala que por el momento, la mayoría de los proveedores que existen actualmente para este tipo de soluciones han encontrado éxito en las aplicaciones a escala de red, no en las pequeñas instalaciones de energías renovables distribuidas, debido al CAPEX requerido para optimizarlas. De hecho, los operadores de activos se muestran escépticos acerca de los beneficios de la digitalización de alta tecnología para la gestión de activos de energías renovables distribuidas, sin embargo, todos coinciden en que la industria debería prepararse para este futuro inminente.
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