La gestión hidroeléctrica del Tajo, un ejemplo de cómo el hombre controla la inconmensurable fuerza de la naturaleza

Todo el agua que ha caído estas últimas semanas en la zona centro está trayendo imágenes históricas. Ríos que bajan con más agua que nunca, la sierra madrileña muy nevada para esta época, etc. Toda esta agua acaba en un gran río, el Tajo, desde Ávila o Segovia llega el agua hasta el sur de Madrid por distintos ríos: el Jarama, el Guadarrama, el Manzanares, etc.

Un Tajo que anda estos días con una situación, no histórica, pero sí complicada en cuanto a gestión se refiere. Desgraciadamente hace unos meses se vivió en Valencia la cruz de la gestión del agua con la catástrofe humanitaria de la DANA en Valencia y Albacete.

Ahora, por qué no decirlo, la Confederación Hidrográfica del Tajo e Iberdrola, propietaria de muchas centrales hidroeléctricas en el río están salvando muchas vidas.

Esta es la situación de los embalses hidroeléctricos en estos momentos. Para que se hagan una idea, el control del caudal del agua se va haciendo según las necesidades y las capacidades de las infraestructuras, ya no sólo en la CHT sino también en Portugal.

A día de hoy hay acumulados más de 9.030 hm3 o lo que es lo mismo el 81% de la capacidad de todos los embalses, consuntivos e hidroeléctricos de la cuenca del Tajo.

Los embalses de Valdecañas y Alcántara

El Tajo se encuentra en estos momentos con un caudal importante. Y va a ir a más en las próximas semanas. Pero para poder entenderlo todo hay que echarse semanas atrás cuando los dos grandes embalses de la CHT, Valdecañas y Alcántara, desembalsaban agua y generaban mucha electricidad.

A eso se le llama conocimiento y experiencia, no es de ahora. Se puede ver en las gráficas siguientes.

Tras un 2024 espléndido de agua, Alcántara acabó el año desembalsando agua y generando eléctricidad sin parar prácticamente. Comenzó el año y embalsó y almacenó más agua para luego soltar otra vez y ahora de nuevo llenándose. No está en situación récord pero es que venía de una situación de mucho más abajo de lo normal.

El caso es que este fin de semana se han visto imágenes que prácticamente nunca se han visto. Disfruten.

Es la central hidroeléctrica de Alcántara este fin de semana. Tiene abiertas las dos compuertas de los aliviaderos capaces de evacuar hasta 14 millones de litros por segundo. Ya les digo yo que no es habitual ver esto. Es la primera vez que sucede desde 2013.

Y esto es Valdecañas desembalsando a lo bestia como si no hubiese un mañana también durante este fin de semana. Las imágenes son espectaculares. En este caso, el aliviadero de la derecha es quien marca el ritmo si no hace falta generar electricidad.

Desembalsando o embalsando

Estos son sólo dos centrales, de las más importantes del Tajo, pero es que este río maneja decenas de saltos y embalses por sus últimos 800 kilómetros, también más allá de nuestras fronteras.

Según la CHT una veintena de embalses están desembalsando agua durante estos días. Por ejemplo ayer y anteayer Alcántara volvió a llenar más su capacidad, según Embalses.Net.

La situación no es fácil, pero gracias a que están construidos todos estos embalses y saltos se puede gestionar el caudal, sino todo este agua se perdería en el Atlántico generando una catástrofe sin precedentes. Por eso son importantes las centrales. Pero también las personas que se encargan de su gestión. Los profesionales de la CHT y de Iberdrola en este caso, pero puede suceder con otras eléctricas propietarias de otras centrales hidroeléctricas, se encargan de gestionar el caudal de tal manera que se pueda distribuir sin problema alguno tanto para los ciudadanos como para el campo incluso para la generación eléctrica.

La gestión hidroeléctrica del Tajo

El Tajo es el río más largo de la península ibérica, con más de 1.000 kilómetros de longitud, que nace en los montes Universales en Teruel y desemboca en el océano Atlántico en Lisboa. Su recorrido atraviesa España por la parte central en sentido de este a oeste, con una leve inclinación hacia el sur que se acentúa cuando llega a Portugal, después de atravesar las comunidades de Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura. La cuenca del Tajo tiene una superficie total de 80.600 km² (57.000 en territorio español) y su buena gestión es de vital importancia ya que es la de mayor población de la península ibérica, con más de diez millones de habitantes, al integrar el área metropolitana de Madrid y la región de Lisboa.

La cuenca del Tajo cuenta con un considerable potencial hidroeléctrico, debido a su extensión geográfica y a la presencia de varios ríos y afluentes que alimentan embalses y permiten la generación de energía hidroeléctrica. El aprovechamiento de sus aguas en el tramo español, de 836 kilómetros, se regula por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CH Tajo). La gestión del Tajo se hace desde el paso del río por Talavera de la Reina, en Toledo, hasta la frontera portuguesa.

Iberdrola ha desarrollado a lo largo de los años cinco centrales y tres minicentrales hidroeléctricas en las provincias de Toledo y Cáceres, entre las que destaca la central de José María de Oriol en Alcántara (Cáceres), también conocida como la Catedral del sistema eléctrico nacional. Gracias a este conjunto de infraestructuras hidroeléctricas en la cuenca del Tajo a su paso por España se puede llegar a generar aproximadamente 1.920 MW de energía renovable, limpia y barata. Una cantidad de electricidad verde de la que se benefician más de 1.300.000 hogares en España.

Las centrales de generación hidroeléctrica en la cuenca del Tajo se reparten entre la provincia manchega de Toledo, donde se ubica la central de Azután (término municipal de Alcolea del Tajo) y la provincia extremeña de Cáceres, donde se encuentran las centrales de Valdecañas (término municipal de Valdecañas de Tajo), Torrejón (Torrejón el Rubio), José María de Oriol (Alcántara) y Cedillo (Cedillo). Además, Palomarejo, La Milagrosa y Talavera (en Talavera de la Reina, Toledo), completan este potente sistema de centrales de energía renovable en la cuenca del Tajo, a través de aprovechamientos hidroeléctricos de menor tamaño.

Todos ellos están viviendo una situación tensa estos días y seguirán en alerta durante las próximas semanas. Se espera que el deshielo haga superar el agua almacenada durante el año pasado y se pueda batir el récord de energía almacenada en los embalses.

Viendo lo vivido a lo mejor es momento de poder construir nuevas centrales de bombeo con las que almacenar más energía y agua y ayudar en la gestión. Iberdrola lo está haciendo en Alcántara. Será más que bienvenida para estas situaciones.

Por cierto, la generación hidroeléctrica de estos días no está siendo ni mucho menos alta. La entrada de viento ha dejado a las centrales hidroeléctricas en situación de almacenar más esa energía para el futuro.