La interrumpibilidad -un sistema que permite cortar el suministro eléctrico a las empresas en caso de necesidad a cambio de una rebaja en el precio de la luz- se ha utilizado en 27 ocasiones por motivos económicos en lo que va de año, aseguró la pasada semana el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia.
Algo que tiene preocupada a la gran industria electrointensiva. Fuentes de AEGE aseguran a este diario que los grandes consumidores de electricidad españoles están preocupados por la avalancha de paradas en las fábricas para cuadrar el sistema eléctrico.
El pasado mes de noviembre, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital aprobó una orden que facilita el uso de la interrumpibilidad para cuadrar la oferta y la demanda de energía eléctrica cuando sea más barato que recurrir a otros medios.
Si en los servicios de ajuste, se produce un desvío de 2.000 MWh en cualquier momento del día, se puede aplicar una parada de algunas fábricas para reducir la demanda en un máximo de 500 MWh.
El 23 de octubre se registró una sustancial subida del precio de la electricidad para los consumidores acogidos a la tarifa regulada por el encarecimiento de los servicios de ajuste, cuya finalidad es adaptar la oferta a la demanda en cada momento.
Navia explicó que la interrumpibilidad se ha utilizado “de forma sustancial” durante los meses de enero y febrero. El secretario de Estado afirmó que ésta es una de las medidas aplicadas por el ministerio para contribuir a mejorar la competitividad de los precios energéticos. Pero ¿realmente se consigue reducir el precio de la electricidad?
La electricidad que se interrumpe alcanza los 500 MWh de una punta de demanda de 30.000 MWh cada hora. El efecto sobre el precio de la electricidad no sería tanto ya que solo representa el 1,6% de la demanda en esa hora. Además, estamos hablando del precio de los servicios de ajuste que en el precio final de la electricidad significa bastante poco.
Pero parar los procesos productivos en plantas durante una hora para luego volver a arrancarla le sale bastante más caro a la industria. Por ejemplo, la semana pasada una misma planta sufrió dos paradas en un mismo día. Eso, dejó prácticamente sin funcionar a esa planta durante ese día. Si tuvo que parar a las nueve de la mañana un par de horas, después arrancar y conseguir que se ponga a producir de nuevo a pleno rendimiento se tarda otras tantas horas, y luego volver a parar, esa fábrica se quedó sin producir ese día.
Por eso, desde AEGE abogan por que se retoque la normativa y se afine más para llevar a cabo esta interrumpibilidad eléctrica. "Si se sigue produciendo de forma tan masiva, más frecuente de lo normal como hasta ahora, las consecuencias pueden ser nefastas para las industrias", aseguran desde la patronal de los grandes consumidores energéticos.
Y es que algunas plantas ya han sufrido hasta seis paradas de sus procesos productivos y solo han pasado dos meses desde que se aplica la nueva normativa.
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