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La lucha contra el cambio climático es fundamental para la misión de Air Liquide y estamos desarrollando una amplia gama de soluciones para acompañar a nuestros clientes durante sus procesos de descarbonización. En este sentido, el hidrógeno es fundamental para la industria y, claramente, para el transporte. El hidrógeno ofrecerá el camino hacia una era de movilidad sostenible y neutra en carbono.

El Consejo del H~2~, del que el Grupo Air Liquide es socio fundador, lleva años trabajando para apoyar la adopción del hidrógeno como energía alternativa. Sus estudios han demostrado que puede ser un vector muy importante en el sistema energético descarbonizado, además de una solución rentable -con multitud de aplicaciones- antes de 2030 para llegar a alcanzar un 18% del mix energético mundial en 2050. Conseguir este objetivo, permitiría reducir las emisiones anuales de CO~2~ y contribuir con fuerza a la neutralidad carbónica de nuestra sociedad.

Como parte del compromiso de muchos gobiernos con el hidrógeno integrando sus estrategias de cambio climático, se están desplegando importantes fondos, políticas y apoyo regulatorio. Así lo ha hecho la Comisión Europea y España ha mostrado su clara ambición en la “Hoja de Ruta del Hidrógeno” que se publicó en 2020. Hace unos meses los Ministerios de Transición Ecológica e Industria han lanzado manifestaciones de interés que esperamos pronto den paso a las próximas convocatorias de fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

En este contexto, es importante maximizar el impacto de la descarbonización, garantizando la neutralidad tecnológica y minimizando los recursos consumidos. Una de las maneras de realizar esto es fomentar el biogás como sustituto del gas natural en los Steam Reformer, o mediante el empleo de la Captura de Carbono (CCSU-secuestro y uso) a la vez que promovemos intensamente el desarrollo del hidrógeno electrolítico.

Necesitamos acelerar los desarrollos tecnológicos que nos permitan acceder al hidrógeno de baja huella a un coste competitivo, facilitando así su incorporación. Es especialmente importante promover su demanda tanto en usos industriales, para ayudar a la industria en su transición hacia procesos productivos bajos en carbono, fomentar nuevas cadenas de valor de biocombustibles, combustibles sintéticos; como en nuevas aplicaciones de movilidad sostenible.

Los costes actuales del hidrógeno verde son una barrera para su aplicación en la industria, que no puede perder competitividad. Por eso, se necesitan ayudas en esta primera fase para proyectos industriales concretos que nos permitan acelerar nuestra curva de aprendizaje.

Como las tecnologías solares o eólicas ya han alcanzado un gran avance tecnológico, ahora es el momento de desarrollar las tecnologías de producción, distribución y uso de hidrógeno. Es el momento adecuado para tomar posiciones industriales competitivas en España. Necesitamos desarrollar programas de apoyo centrado en cadenas de valor clave. Es muy importante a la hora de apoyar proyectos con los Fondos de Resiliencia, apostar por proyectos con usuarios finales que den solidez y viabilidad. Otro aspecto importante es garantizar la armonización de la regulación y los más altos estándares de seguridad de las futuras instalaciones.

En Air Liquide llevamos décadas trabajando en el sector del hidrógeno. Hemos desarrollado un claro expertise en el hidrógeno renovable en toda su cadena de valor. Tenemos competencias en su producción a partir de biogás o con electrolizadores (tecnología alcalina o PEM). También en su transporte, almacenamiento y en las aplicaciones de los clientes finales para contribuir a su uso como vector energético y como materia prima.

Como claro ejemplo de ello, recientemente en Air Liquide hemos finalizado la construcción del electrolizador PEM (siglas en inglés de Membrana Intercambiadora de Protones) más grande del mundo. Esta unidad, alimentada con energía renovable, ya produce hasta 8,2 toneladas al día de hidrógeno bajo en carbono en Becancour (Quebec) y ya estamos trabajando para hacer realidad otras instalaciones mayores. También hemos diseñado e instalado más de 120 hidrogeneras por todo el mundo y participamos en muchos proyectos en Europa para desarrollar flotas de camiones, autobuses o taxis, entre otros medios de transporte, alimentados con hidrógeno para lograr una movilidad sostenible.

Ahora podemos reforzar el desarrollo de una nueva economía mucho más colaborativa, donde la política de alianzas multisectoriales y la participación público-privada es más necesaria que nunca. Para ello, es fundamental promover que las tecnologías compitan entre sí de forma que crezca la demanda y sea más competitiva a la oferta. Como decía, es EL MOMENTO, ¡aceptemos este desafío juntos!

Teresa Rasero es presidenta de Air Liquide España

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