El crecimiento de la energía renovable y los recursos de energía distribuida ha cambiado la dinámica del mercado eléctrico australiano. Para satisfacer la creciente demanda energética del país y tener un suministro de energía ininterrumpido, las partes interesadas prefieren los parques eólicos y solares respaldados por baterías. La proporción de energía renovable en el país había alcanzado el 21,5% del mix energético del país en 2018 y se espera que supere la energía térmica dominada para 2030, contribuyendo con el 55,7% del mix de capacidad, según la firma de análisis GlobalData.
El último informe de GlobalData, “Perspectivas del mercado de energía de Australia para 2030, actualización 2019”, la energía térmica dominó el mix energético australiano con una participación general del 67%, con dominio del carbón, con una participación máxima del 36% . La energía solar fotovoltaica es la renovable con mayor peso, con una participación del 12,7%, seguida de la energía eólica y bioeléctrica con una participación del 7,1% y 1,6%, respectivamente. Además, la energía hidroeléctrica posee una participación del 11,6% en el mismo año.
Piyali Das, analista de la industria energética de GlobalData, comenta: “Sin embargo, Australia tiene una reserva de carbón en abundancia; la construcción de una nueva planta generadora de carbón se ha convertido en una empresa costosa. El riesgo de carbono, la fluctuación de los precios de mercado y el aumento de las expectativas de ejemplaridad ambiental, social y de gobernanza han llevado a los inversores y proveedores de deuda a exigir una mayor tasa de rendimiento. El gobierno también ha anunciado una limitación de por vida de 50 años para las centrales eléctricas de carbón”.
La caída del costo de las instalaciones de energía renovable y la introducción de políticas sólidas para reducir la contaminación han llevado a los responsables políticos a centrarse más en las energías renovables. El gobierno ha establecido un objetivo de energía renovable del 20% para 2030 y los incentivos asociados al objetivo impulsarán inversiones significativas. Además, con un alto potencial de fuentes de energía limpia, se espera que el país genere el 43,5% de la electricidad a partir de energía renovable para 2030. La Garantía Nacional de Energía (NEG) es otra oportunidad prometedora para reducir las emisiones y garantizar la fiabilidad en un suministro de energía despachable.