Cuando Estados Unidos estuvo listo para impulsar la industria solar, los desarrolladores se beneficiaron de las inversiones realizadas en Alemania, España y otros países europeos, que desarrollaron grandes proyectos a gran escala que abarataron los costes. Ahora podría volver a ocurrir lo mismo con la eólica marina.
A finales de 2016, se habían instalado 14,4 gigavatios de capacidad eólica marina en todo el mundo, de los que casi el 90% del total se había desplegado en aguas europeas. Los precios de los proyectos que entrarán en funcionamiento a partir de 2020 han caído a 50 dólares /MWh en Dinamarca, Países Bajos y Alemania. Estados Unidos, por su parte, solo ha logrado conectar a la red un modesto proyecto comercial, el parque eólico de Block Island, de 30 megavatios, en Rhode Island.
Un proyecto de ley presentado este verano por un grupo de senadores de ambos partidos tiene como objetivo ayudar a EEUU a ponerse al día con Europa. El pasado 1 de agosto de este año, el senador demócrata Tom Carper y la republicana Susan Collins presentaron la ley de incentivos a la energía eólica marina.
En un giro inteligente, los legisladores negocian cambiar un plazo de calendario -típico de los incentivos fiscales federales de energía limpia- por un objetivo de desarrollo. El proyecto de ley crearía un crédito fiscal a la inversión (ITC) del 30% para los primeros 3 gigavatios de proyectos eólicos marinos puestos en servicio tanto en aguas costeras como en aguas navegables interiores de los Grandes Lagos.
"La energía eólica marina tiene el potencial de alimentar cada hogar, escuela y negocio de Florida a Maine con energía limpia y renovable", dijo Carper, en un comunicado. "Estoy orgulloso de asociarme con la senadora Collins para proporcionar a esta creciente industria la certeza que necesita para atraer inversiones del sector privado para las nuevas instalaciones eólicas offshore en todo el país".
¿Por qué el objetivo por desarrollo en lugar de un plazo límite? En resumen, los desarrolladores de proyectos necesitan más tiempo para instalar más acero en el agua. Para aprovechar el actual incentivo fiscal federal -los desarrolladores pueden optar por un ITC o un Crédito Tributario por Producción (PTC)- los proyectos deben comenzar la construcción antes del 31 de diciembre de 2019.
El interés de los desarrolladores en el sector es fuerte. La Oficina de Gestión de Energía Oceánica ha realizado siete operaciones de arrendamiento para el desarrollo de energía eólica en aguas federales desde julio de 2013. En diciembre de 2016, una batalla de licitacioines de 33 rondas terminó con una oferta ganadora de 42,5 millones de dólares por parte de Statoil Wind para desarrollar un parque frente a la costa de Nueva York. Pero es improbable que muchos de los proyectos offshore en cartera puedan reclamar el ITC / PTC federal antes de que finalice el 2019.
Los senadores Carper y Collins citan el largo tiempo de desarrollo requerido para construir parques de eólica marina como parte de la justificación de la nueva legislación. "Los vientos offshore ideales se encuentran a menudo en las aguas federales, que requieren permisos federales y otras complicaciones logísticas que pueden agregar años al proceso de construcción”, dijeron en un comunicado.
Buena acogida
Las partes interesadas clave han acogido favorablemente la perspectiva de un apoyo federal adicional."Estamos contentos de ver el apoyo de ambos partidos en el Congreso para las políticas que pueden ayudar a EEUU a tener un brillante futuro y darse cuenta del gran potencial de nuestros recursos eólicos marinos", dijo Jim Reilly, vicepresidente senior de asuntos legislativos federales de la American Wind Energy (AWEA), en un correo electrónico. "Estamos comprometidos con la industria offshore para crecer más allá de los 3.000 megavatios. Estaremos buscando oportunidades para ayudar a que eso suceda".
"Apreciamos el amplio apoyo a la industria eólica marina y los empleos y energía doméstica fiable que genera el apoyo a través de una extensión del ITC que ayudará a acelerar el crecimiento de la industria y permitir un mayor desarrollo en la próxima década”, dijo Lauren Burm, responsable de asuntos públicos de Dong Energy Wind Power.
La empresa danesa ha construido más parques eólicos offshore que cualquier otra compañía, hasta un total de 3 gigavatios a finales de 2016. La compañía abrió recientemente una oficina en Boston y está buscando agresivamente oportunidades en el mercado estadounidense.
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