La IA ayuda a reducir el desperdicio energético en edificios hasta en un 30%

KPMG ha destacado que los edificios siguen desperdiciando energía incluso después de costosas renovaciones. Pero existe una solución: la Gestión Energética Estratégica (SEM, por sus siglas en inglés), un modelo que convierte los objetivos a largo plazo en energía y emisiones en tareas diarias respaldadas por inteligencia artificial (IA), y que debería adoptarse para lograr mayores niveles de eficiencia.

KPMG ha publicado recientemente un informe titulado “Cómo la IA está ayudando a mejorar la eficiencia y gestión energética en el sector inmobiliario”. En él se afirma que las reformas tradicionales son demasiado lentas y costosas para lograr los recortes necesarios que permitan alcanzar los objetivos de emisiones netas cero para 2050. En cambio, señala que la inteligencia artificial es una vía más rápida, pero solo si se utiliza junto con el marco de Gestión Energética Estratégica (SEM).

Exergio, una empresa que ha desarrollado una herramienta basada en IA para mejorar la eficiencia energética en edificios comerciales, asegura que los hallazgos reflejan lo que ya es visible en casos reales.

“La IA ya está ayudando a los edificios a reducir el desperdicio entre un 20% y un 30% en nuestros proyectos, sin importar el clima o la antigüedad del inmueble”, dijo Donatas Karčiauskas, CEO de Exergio. “Pero esos ahorros solo se mantienen si hay una gestión energética inteligente detrás. Ese es precisamente el punto que señala KPMG: la eficiencia no es una mejora puntual, sino cómo se gestiona el edificio día tras día”.

Gestión Energética Estratégica

KPMG afirma que la SEM debe monitorear cómo se usa la energía en los edificios y asignar responsabilidades claras para solucionar los problemas. Según Karčiauskas, esto generalmente significa que los gestores de instalaciones o responsables energéticos se encargan del control diario. Sin embargo, ciertas tareas, como cambiar parámetros en sensores, deben asignarse automáticamente a modelos de IA y aprendizaje automático para que se ajusten en tiempo real, con supervisión de expertos.

Por sí sola, la adopción del enfoque SEM suele generar ahorros del 5% al 7% anuales. Pero cuando se combina con IA, esos ahorros aumentan hasta entre un 20% y un 30%, según expertos en eficiencia energética.

El informe identifica tres niveles de SEM. El primer nivel se centra en aprovechar al máximo lo que ya está instalado: los ingenieros deben ajustar los sistemas HVAC (climatización), iluminación y control para que funcionen de manera más eficiente en el día a día. Esto, según Karčiauskas, “es una tarea para la IA en este momento, ya que buscamos lograr ahorros más rápidamente”.

Reemplazo de equipos obsoletos

El segundo paso consiste en reemplazar equipos obsoletos o desgastados, como calderas, enfriadores o bombas, por modelos que consuman menos energía. El tercero añade energías renovables o contratos de energía a largo plazo, pero solo después de haber controlado el consumo energético básico del edificio.

Los autores del informe enfatizan que las renovables deben implementarse al final, ya que aportan un valor limitado si el consumo del edificio no ha sido optimizado previamente.

El estudio también señala que la eficiencia depende menos de incorporar nuevo hardware y más de cómo se gestionan los sistemas existentes.

“Lo que falta es una cultura de gestión energética activa. La SEM establece las reglas, y la IA mantiene los sistemas funcionando bajo esas reglas minuto a minuto, con las personas aún en control”, continuó Karčiauskas.

La SEM sigue un ciclo de cinco pasos: evaluación, planificación, implementación, desarrollo de capacidades y monitoreo. Dentro de este marco, la IA podría regular los sistemas HVAC en paralelo según la ocupación, el clima y el uso, mientras que los gestores definen objetivos de ahorro energético, establecen rangos de confort y revisan los resultados.

“Nosotros usábamos este enfoque antes de que se llamara SEM, simplemente porque tenía sentido, y ahí es donde todos deberían enfocar su atención. Nuestra plataforma se conecta con los sistemas de gestión energética del edificio y utiliza métricas como datos de sensores y patrones de ocupación para ajustar la climatización de forma simultánea. Así es como la eficiencia se convierte en una tarea de gestión continua, y no en algo que se pospone hasta la próxima renovación. Esto refleja lo que KPMG denomina ‘IA centrada en las personas’, que promueve la transparencia y la confianza”, concluyó Karčiauskas.