La industria minera necesita invertir 2,1 billones de dólares de aquí a 2050 para satisfacer la demanda de materias primas

A pesar del crecimiento de la oferta de metales en la última década, el informe anual Transition Metals Outlook de BloombergNEF (BNEF) concluye que todavía no hay suficientes materias primas para satisfacer la creciente demanda. Esta restricción de la oferta podría ralentizar la adopción de tecnologías energéticas limpias. Para satisfacer la demanda de un mundo con emisiones netas cero, BNEF calcula que se necesitan 2,1 billones de dólares en nuevas inversiones mineras para 2050.

El informe indica que los principales metales de transición energética, como el aluminio, el cobre y el litio, podrían sufrir déficits de suministro primario esta década, algunos incluso este mismo año. Según el Escenario de Transición Económica (ETS) de BNEF -que se rige por la competitividad de costes de las tecnologías y no asume ningún nuevo apoyo político-, el mundo podría necesitar 3.000 millones de toneladas métricas de metales entre 2024 y 2050 para desarrollar adecuadamente soluciones bajas en carbono como vehículos eléctricos, turbinas eólicas y electrolizadores. Esa cifra se eleva a 6.000 millones de toneladas para alcanzar el balance neto cero en 2050.

Kwasi Ampofo, responsable de metales y minería de BNEF y autor principal del informe, afirma que "el déficit prolongado de estos metales provocará un aumento de los precios de las materias primas, lo que incrementa el coste de las tecnologías de energía limpia. Los altos costes podrían ralentizar su adopción y la transición energética en general".

El reciclaje podría ayudar a aliviar la presión, ya que BNEF espera que la producción de fuentes secundarias se convierta en parte integrante de la cadena de suministro de metales de transición energética. Tiene la ventaja añadida de reducir las emisiones del ciclo de vida del suministro.

Según Allan Ray Restauro, asociado de metales y minería de BNEF, "las buenas políticas gubernamentales son cruciales para el éxito del sector. En el caso de las baterías y el almacenamiento estacionario, los gobiernos tienen que establecer redes de recogida, fijar los requisitos para las tasas de recuperación, desarrollar los marcos para rastrear las celdas individuales y proporcionar los principios sobre la gestión de las baterías de segunda vida. Estas acciones pueden construir un sistema sólido que supervise el ciclo de vida completo de los metales de las baterías".

El ritmo de crecimiento de la demanda variará según las regiones. En China, por ejemplo, el consumo superó la media mundial entre 2020 y 2023, pero se espera que el uso de metales de transición energética en el país alcance su punto máximo en 2030. El sudeste asiático se convertirá en el mercado de mayor crecimiento para los metales de transición energética en la década de 2030, según el ETS de BNEF. Añadir valor a la industria minera a gran escala de la región, para satisfacer esta demanda, podría acelerar su industrialización, al tiempo que contribuiría a reducir las emisiones mundiales.