España tiene un problema muy importante si pretende reindustrializarse. No tiene red eléctrica donde conectarse. O al menos así lo reflejará el nuevo mapa de la red eléctrica de distribución para demanda que dará a conocer este martes la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Según ha podido saber El Periódico de la Energía, solo se están pudiendo conectar el 10% de las empresas que lo solicitan, por lo que el sector industrial se teme que aproximadamente el 90% de los puntos de conexión de la red aparezcan sin capacidad de acceso disponible en dicho mapa. Por tanto, en estos lugares, el crecimiento de nueva industria estará capado.
España se encuentra en un momento clave ante una gran oportunidad para la reindustrialización vía electrificación, pero esta reindustrialización no se puede dar si no hay redes eléctricas para conectar nuevos proyectos. Es necesaria una nueva planificación que dé mayor importancia a la demanda. hasta ahora sólo se ha puesto el foco en nueva generación renovable.
Dada la competitividad de la electricidad en España, las peticiones para conectarse a la red se han multiplicado por 10 en los últimos 3 años. Sin embargo, conforme datos publicados por AELEC que agrupan todas las distribuidoras del país, en 2024, sólo se pudo atender un 10% de las solicitudes por falta de capacidad: de 67 GW de solicitudes en la red de distribución, sólo se pudieron atender 6 GW, inviabilizando los proyectos, los empleos y la generación de riqueza en prácticamente todo el país.
¿Cómo se pretende industrializar un país si no hay dónde conectarse?
La problemática de la falta de infraestructuras de red en España ya se viene poniendo de manifiesto por la industria y las Comunidades Autónomas desde hace meses que ven que, con lo que cuesta atraer la inversión a España, cuando se quiere ejecutar, no hay infraestructura de red suficiente para poder acometer las inversiones.
De hecho, el lehendakari del País Vasco ha asegurado en diversas ocasiones que en Euskadi hay "decenas de proyectos en marcha que demandan una mayor capacidad energética" y que "numerosas" iniciativas proyectadas a futuro exigen la garantía de poder acceder a un suministro eléctrico adecuado.
La situación es tan grave para la industria que se ha creado una alianza entre el sector industrial y digital para defender su derecho de poder acceder a las redes eléctricas, llamada España Verde y Conectada, de la que hemos hablado en varias ocasiones en El Periódico de la Energía.
Una tasa de retribución insuficiente
Si los temores de la industria se confirman (España no tiene red eléctrica suficiente para el crecimiento económico) será necesario un relanzamiento acelerado de las inversiones en la red eléctrica para habilitar el crecimiento industrial.
Para ello, todas las miradas se giran hacia la CNMC. El pasado julio sacó a consulta una propuesta de modelo retributivo que desincentiva las inversiones en redes eléctricas, dado que reduce los costes permitidos de operación, propone la tasa de retribución más baja de los países homólogos europeos e incrementa el riesgo a las inversiones y limitada el coste máximo de inversión para conectar a nuevos consumidores y proyectos industriales.
Decenas de asociaciones empresariales y compañías han realizado alegaciones a la CNMC indicando su contrariedad frente al modelo retributivo propuesto y la limitación implícita a las inversiones en redes de distribución, ya que en definitiva son las industrias, las viviendas y el desarrollo económico los realmente perjudicados si España no tiene red eléctrica a la que conectarse.
Además, el problema es que la consulta contradice las orientaciones de política energética fijadas por el Gobierno, ya que pedían que las tasas de retribución a los operadores de redes fueran competitivas respecto a otros países del entorno.
Acelerar la tramitación
De hecho, el propio Gobierno intentó aprobar mediante Real Decreto Ley (RDL 7/2025) medidas para aprovechar la red existente, pero fue fallido por falta de apoyo, pero finalmente se rechazó en el Congreso. Fue con el decreto antiapagones. En concreto, propuso un mecanismo para incluir nuevas posiciones en subestaciones de transporte existente con espacio disponible de manera muy ágil (sin que sea necesario aprobación en Consejo de Ministros como hasta ahora). Esto permitía conectar demanda directamente o a través de las redes de distribución, en los casos que haya espacio físico disponible.
Además, habilitaba al Gobierno para aprobar un RD que facilite la conexión de nuevas demandas, incluyendo la posibilidad de que varios consumidores puedan compartir posiciones en subestaciones de transporte o que un distribuidor desarrolle red de 220 kV, lo que va a permitir aprovechar conexiones en las que había capacidad pero que a día de hoy sólo podían ser utilizadas por un único consumidor.
Todas ellas medidas que podrían dar algún tipo de salida a la industria para poder conectarse y sobre todo, que sus proyectos e inversiones no acaben yéndose a otros países porque no tienen donde conectarse. El problema es importante y hay que ponerse manos a la obra.
Vicente
09/09/2025