La Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón, Aspapel, ha denunciado que las condiciones de la última subasta de interrumpibilidad ha hecho prácticamente imposible que la industria papelera preste este servicio.
En un comunicado, el presidente de Aspapel, Carlos Reinoso, ha indicado que la definición de los productos a subastar, la metodología de la puja y las condiciones de aplicación "han causado que, de facto, sea prácticamente imposible para la industria papelera prestar esos servicios".
En opinión de Reinoso, el sistema de subastas por el que se adjudica la potencia interrumpible "se ha ido desvirtuando con las sucesivas modificaciones y no se ajusta a sectores como el papelero, con producción continua y curva de consumo de energía plana", lo que hace que estas industrias sean más predecibles, con lo cual podrían ser las que más gestión de la demanda aportaran al sistema.
Aspapel ha pedido que se pongan en marcha esquemas alternativos que aporten la necesaria competitividad a la industria papelera.
La interrumpibilidad es un mecanismo de ajuste del sistema eléctrico por el que las grandes industrias consumidoras de electricidad tienen disponibilidad para desconectarse de la red en caso necesario para garantizar la seguridad del sistema y a cambio de ello perciben una retribución.
Desde este año se aplica también por criterios económicos para que en determinadas coyunturas se pueda recurrir a la potencia interrumpible a fin de que los precios de la electricidad no se disparen en el mercado.
Las subastas de interrumpibilidad para adjudicar bloques de potencia para cubrir el periodo de junio a diciembre de este año, celebradas esta semana, se cerraron con la asignación de 345 lotes que suman una potencia de 2.600 megavatios, con una media ponderada de asignación de 105.863 euros por megavatio y año.
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