La central nuclear de Almaraz (CNA), en la provincia de Cáceres, ha iniciado esta medianoche la 29ª parada de recarga de combustible y trabajos de mantenimiento general de la Unidad 2, que, por primera vez, contará con menos personal del habitual y que será la penúltima recarga ya que la fecha de cese está fijada para el 31 de octubre del 2028.
Según la propietaria de la planta, frente a los 1.200 trabajadores adicionales a los que habitualmente se daba empleo, en esta recarga se incorporarán hasta 200 trabajadores menos del entorno del Campo Arañuelo "dada la reducción en actuaciones de mejoras a largo plazo que supone la cercana fecha de cierre".
"Esta disminución del empleo generado en el entorno de la central irá en aumento cada año, según se vaya acercando la fecha de cese de operación", ha agregado.
Durante 33 días, se renovarán 60 elementos combustibles, además de realizar labores de mantenimiento de la turbina de baja presión 2, la revisión de los sellos de las bombas de refrigeración del núcleo, así como el mantenimiento preventivo en los múltiples sistemas de seguridad de la Central.
El titular ha defendido que "informes independientes indican que el castigo fiscal que sufre la central nuclear de Almaraz, que no se da en ningún otro país del mundo, hace inviable económicamente su continuidad".
El cierre de Almaraz
Asimismo, ha insistido en que el cese de la explotación de la planta cacereña "va a suponer la pérdida de cerca de 4.000 puestos de trabajo directos e indirectos, además del enorme impacto que arrastrará al Campo Arañuelo en materia económica y de despoblación".









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