El sector nuclear español ve cada vez más claro que las centrales están abocadas al cierre, tal y como establece el calendario elaborado por el Gobierno, a no ser que Red Eléctrica retrasase estos acontecimientos ante la necesidad de asegurar el suministro eléctrico.
Durante la inauguración del curso de formación en tecnología nuclear para periodistas en la Asociación de la Prensa de Madrid, el presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, ha desmentido que las eléctricas propietarias de las centrales nucleares no hayan solicitado prorrogar su funcionamiento y asegurado que es por motivos económicos, como los impuestos, que el sector considera como "abusivos".
"Si los propietarios tienen negocio seguirán funcionando", aseveró Araluce, quien además rechazó que las inversiones realizadas en nuclear ya estén amortizadas. Por el contrario, estimó que el megavatio hora (MWh) con energía nuclear se sitúa "entre 58 y 63 euros".
Además, el presidente del foro lamentó que el sector estuviera "años perdiendo dinero a mansalva" frente a quienes piensan que "se están forrando" — de ahí el tope de 67 euros/MWh— y manifestó que el futuro de esta tecnología depende de las ideologías. No obstante, precisó que "en este momento las nucleares no están perdiendo dinero" pero "sí que lo han hecho durante años".
La primera central que podría verse en esta situación sería Almaraz I (Cáceres), cuyo cierre está previsto para 2027, y la última sería Trillo (Guadalajara), cuyo cierre está previsto en 2035.
Suministro
El cierre de las centrales nucleares tendría un impacto significativo en la matriz energética de España. Actualmente, estas instalaciones generan aproximadamente el 20% de la electricidad del país. Perder esta capacidad de generación de energía sin una alternativa lista para tomar su lugar podría llevar a problemas de suministro eléctrico y a un aumento en los precios de la energía.
Sin embargo, en las últimas décadas, la energía nuclear ha ido perdiendo terreno. Las preocupaciones sobre la seguridad nuclear, los residuos radiactivos y el envejecimiento de las instalaciones han llevado a un creciente escepticismo público y político. Esto ha resultado en una disminución de la inversión en la energía nuclear y en la falta de planes sólidos para reemplazar las plantas que llegan al final de su vida útil.
"Si no puede garantizarse el suministro todas las horas del año, puede que en algún momento alguien diga que de momento la necesitamos", insistió.
Así, antes de que Red Eléctrica pudiese recomendar al Gobierno mantener operativa la generación nuclear, Araluce explicó que sería necesario anular la Orden Ministerial en la que renovó la licencia para renovar el funcionamiento de las dos centrales de Almaraz, no más lejos de noviembre de 2027 para la unidad I y octubre de 2028 para la unidad I, puesto que estas eran las "fechas de cese definitivo", tal y como sale reflejado en el calendario del Gobierno.
Iases
22/09/2023