La ofensiva de Trump contra la eólica marina continúa: retira 679 millones de dólares de financiación para puertos eólicos marinos

La administración del presidente de EEUU, Donald Trump, ha retirado o cancelado 679 millones de dólares en financiación destinada a 12 proyectos portuarios relacionados con la energía eólica marina en todo el país.

El secretario de Transporte de EEUU, Sean P. Duffy, anunció la decisión, calificando los 12 proyectos como “condenados al fracaso”. Señaló que, cuando sea posible, los fondos se utilizarán para invertir en “infraestructura real, restaurando el dominio marítimo de Estados Unidos”.

“Los proyectos eólicos derrochadores están usando recursos que podrían destinarse a revitalizar nuestra industria marítima”, dijo Duffy.

“Joe Biden y Pete Buttigieg se doblaron hacia atrás para usar fondos del transporte en su agenda del Gran Fraude Verde, mientras ignoraban las necesidades urgentes de nuestra industria naval. Gracias al presidente Trump, estamos priorizando mejoras reales en infraestructura por encima de proyectos eólicos fantasiosos que cuestan mucho y ofrecen poco.”

Impulso a formas de energía más confiables y tradicionales

La administración Trump ha reenfocado al Departamento de Transporte (USDOT) y su Administración Marítima (MARAD) en la reconstrucción de la capacidad de construcción naval de Estados Unidos, impulsando “formas de energía más confiables y tradicionales”.

Como parte de su revisión de todos los programas de subvenciones discrecionales con proyectos comprometidos y no comprometidos, el USDOT identificó 12 subvenciones y selecciones de proyectos eólicos marinos que “no estaban alineados” con las metas y prioridades de la administración.

El USDOT ha retirado un proyecto del programa de Proyectos Nacionales Significativos de Transporte de Carga y Carreteras (INFRA), el proyecto eólico marino de Humboldt Bay, lo que representa una retracción total de aproximadamente $427 millones.

La MARAD ha retirado seis proyectos y cancelado cinco dentro de su programa de desarrollo de infraestructura portuaria (PIDP), lo que representa una retracción total de $177 millones y aproximadamente $75 millones, respectivamente.

Proyectos afectados

Los proyectos del PIDP retirados incluyen el proyecto del puerto de almacenamiento de acero de Sparrows Point; el proyecto del puerto eólico de operaciones y mantenimiento de la Autoridad Portuaria de Bridgeport; el puerto eólico de Paulsboro; la terminal Arthur Kill; las mejoras de las puertas de enlace del puerto de Davisville; y el puerto logístico de energía eólica marina de Norfolk.

Los cinco proyectos del PIDP que se han finalizado incluyen la planificación del proyecto del Terminal Marino Redwood; el Puerto eólico de Salem; el proyecto de resiliencia energética renovable del Lago Erie; las mejoras ferroviarias en la Isla Radio en apoyo de la energía eólica marina, y el Desarrollo eólico marino PMT.

La directora ejecutiva de Oceantic Network, Liz Burdock, condenó la decisión, diciendo que “la administración Trump está debilitando la seguridad nacional de nuestro país y destruyendo empleos bien remunerados al retirar fondos críticos destinados a modernizar nuestra envejecida infraestructura marítima”

En su opinión, “el desarrollo de puertos eólicos marinos mejora instalaciones y capacidades que sirven a múltiples industrias; sin embargo, al limitar selectivamente las inversiones en infraestructura y eliminar acuerdos obligatorios en energía y astilleros, la administración está paralizando un desarrollo esencial que responde a prioridades compartidas de seguridad nacional y dominancia energética, y está enviando al mercado la señal de que EEUU no es un lugar seguro para invertir”.

Y añadió: “La industria eólica marina de EEUU ha generado 5.100 millones en financiación para puertos y ha creado más de 6.000 empleos, dejando esta infraestructura lista para una variedad de usos. También ha incrementado los ingresos fiscales en comunidades costeras donde los activos portuarios estaban inactivos o subutilizados por décadas.

“Esta acción política de la administración es otro ataque dirigido a los empleos estadounidenses y a los contribuyentes, que aumentará el precio de la electricidad para millones en todo el país y dejará a miles sin trabajo”, concluyó.