El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha confirmado que Irán ha comenzado a desmantelar algunas partes de su controvertido programa nuclear, como está previsto en el acuerdo alcanzado en julio pasado con seis grandes potencias.
Según el más reciente informe técnico del OIEA sobre Irán, al que Efe tuvo acceso, técnicos iraníes han empezado a trasladar centrifugadoras de una sala a otra en la gran planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, al sur de Teherán, bajo la supervisión de la ONU.
A su vez, desde el pasado 18 de octubre, cuando se inició la adopción del tratado atómico, Irán aplica "de forma provisional" el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) que permite exhaustivas inspecciones de la ONU sin aviso previo en la República Islámica.
A 15 de noviembre, en Natanz había 12.156 centrifugadoras de diferentes tipos (11.308 IR1 y 848 IR2), frente a las casi 16.428 unidades que estaban instaladas cuatro semanas antes, detalla el informe del OIEA.
En el caso de la instalación nuclear subterránea en Fordo, que según el acuerdo de julio debe ser convertido en un centro de investigación atómica, el número de centrifugadoras del tipo IR1 ha bajado de 2.710 a 2.452 en un período de cuatro semanas.
En total, el tratado de Viena prevé que Irán tenga durante un período de 10 años solo 6.104 centrifugadoras del tipo IR1, más lentas, y ningunas del tipo IR2, más avanzadas y rápidas.
"Los expertos del OIEA no saben aún cuánto se tardará para cumplir el acuerdo, ya que depende de muchos factores técnicos", explicó un diplomático, conocedor de la investigación en Irán.
Cuando Irán haya cumplido con todo lo exigido en el acuerdo, las potencias internacionales empezará a levantar las sanciones económicas que pesan en su contra.
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