La “mala regulación” del autoconsumo eléctrico frena la implantación de energías renovables domésticas porque es “demasiado farragosa y tiene carencias importantes”, ha afirmado el directivo de Cylsolar, un clúster de energías renovables y soluciones energéticas de Castilla y León, Ismael Martín.
En su opinión, “no es una ley amiga de las renovables y tiene carencias que ya han sido reconocidas en dos sentencias del Tribunal Constitucional”.
Martín, que es ingeniero agrónomo y profesor de energías responsables de la Universidad de Burgos, ha explicado que las posibilidades de autogeneración de energía eléctrica son enormes pero están empezando a despegar, dado que la normativa es de octubre de 2015 y no se comenzó a aplicar hasta un año después.
La crisis económica frenó su aplicación, pero también el desconocimiento de las administraciones, ha opinado.
De hecho, hasta hace seis meses era obligatorio registrar estas instalaciones ante el Ministerio de Industria pero tras un recurso resuelto por el Tribunal Constitucional son las comunidades autónomas las que se encargan del registro, aunque sus técnicos tampoco conocen bien esta normativa, según ha dicho a Efe Martín.
Además, la normativa que se aprobó en 2015 a su juicio estaba mal diseñada y prohibía la instalación de sistemas de generación eléctrica renovable en bloques de vivienda, algo que el Tribunal Constitucional también ha decidido que se corrija, aunque esta resolución de hace cuatro meses todavía no se ha aplicado.
Ismael Martín insiste en que sistemas como la generación eléctrica fotovoltaica son muy rentables para particulares y empresas porque son capaces de producir entre el 25 y el 40 por ciento de la energía que se consume, se amortizan entre 8 y 10 años y su duración en condiciones óptimas ronda los 30 años.
En su opinión, la consecuencia de este tardío y mal diseño normativo provoca que España vaya “a contracorriente” de la tendencia que siguen los países más avanzados.
Según los registros que realizó el Ministerio de Industria se estaban realizando en España unas 600 instalaciones de este tipo al año, que viene a ser lo mismo que se instala en Inglaterra en poco más de una semana, pese a que las posibilidades de aprovechar la energía solar son mucho más elevadas en cualquier región española, ha argumentado.