Política energética

La regulación energética entra en coma: los partidos bloquean todas las iniciativas en el Congreso

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En los dos últimos años vivimos un Parlamento muy fragmentado que está provocando que muchas Proposiciones de Ley y Proyectos de Ley se queden en el limbo. En estos dos años del Gobierno de Rajoy solo ha habido un pacto en materia energética que ha derivado en un decreto ley, la reforma del bono social, gracias al acuerdo entre PP, PSOE y las aportaciones de última hora de Ciudadanos (Real Decreto-ley 7/2016, de 23 de diciembre, por el que se regula el mecanismo de financiación del coste del bono social y otras medidas de protección al consumidor vulnerable de energía eléctrica).

Y para el único que ha finalizado con éxito su recorrido, su aplicación no lo está siendo tanto, visto que sus beneficiarios se han derrumbado, solo 170.000 frente a 2,3 millones de años anteriores, y que el Gobierno ha tenido que aprobar rápido y corriendo una orden que amplía el plazo seis meses para la solicitud de su renovación.

A excepción del bono social, muchas otras iniciativas se han quedado en el tintero, es decir, que teniendo mayoría parlamentaria han visto como el veto de la Mesa del Congreso les ha cerrado la puerta. Es el caso de la Proposición de Ley para el cierre de las centrales nucleares de Unidos Podemos, la de medidas de fomento de la electrificación del transporte por carretera, para fomentar la movilidad con energía eléctrica del Grupo Mixto, la PL más que conocida sobre Autoconsumo de todos los grupos de la oposición, e incluso algunas presentadas por gobiernos autonómicos como la PL sobre la protección del mar Mediterráneo de los daños que puedan producir la exploración, la investigación y la explotación de hidrocarburos, del Gobierno balear, o la propia de autoconsumo del Gobierno murciano.

No son todas. Algunas sí han conseguido cruzar el "cerro de la muerte" y pasar a ser admitidas a trámite, pero han caído en el limbo del plazo de enmiendas, otro tapón legislativo que hace casi imposible que ni una sola ley en materia energética que provenga del Congreso llegue a buen puerto. "El reglamento del Congreso no establece un plazo máximo de enmiendas ni tampoco requisitos para justificar la petición de prórroga, solo es necesario que lo soliciten al menos dos grupos políticos, de manera que el retraso puede ser infinito y de hecho lo es", explica Rosa Martínez, diputada de Unidos Podemos.

Es el caso de la PL de medidas de protección de los consumidores vulnerables de gas natural y otros gases combustibles por canalización presentada por el PSOE, y el Proyecto de Ley que pretende regular el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero presentado por el Gobierno. Pese a que han sido admitidas a trámite, la primera PL ya va por la prórroga número 24 (desde el 18 de octubre pasado) y el segundo por la octava (ver Plazos de Enmiendas).

¿Cuál objetivo que se persigue con la petición indefinida de prórroga en el plazo de enmiendas? Tanto PSOE como Unidos Podemos achacan este movimiento protagonizado por el grupo popular y C's a que cuando una Proposición de Ley (o Proyecto de Ley) consigue llegar hasta esta casilla, la mayoría parlamentaria, donde es posible que no esté el Partido Popular, incorpora tantas enmiendas al texto que el resultado final tiene que ver poco o muy poco con el original. Y para evitar que se apruebe un contenido que no encaja con el legado legislativo que quiere el Gobierno, deciden que es mejor dejarlo en standby indefinidamente. Pero entonces, ¿qué ocurrirá cuando el futuro PL de Cambio Climático y Transición Energética llegue al Parlamento?

"El Gobierno tiene la fea costumbre de creerse que tiene la mayoría absoluta de legislaturas pasadas, pero cuando un país como España forma parte ya de una unión confederal como es la Unión Europea, donde todo se debate y se busca el consenso para elaborar la normativa que luego se aplicará a todos los países miembros, debería aprender de ello y además defender las posiciones que conciten una mayoría de consenso en el Congreso de los Diputados", explica Hugo Morán, miembro de la Ejecutiva socialista y responsable de área para la Transición Ecológica de la Economía.

Esta legislatura se recordará por ser el inicio de una nueva etapa donde las mayorías absolutas de años atrás serán muy difíciles de conseguir en el futuro, y la suma de los grupos de la oposición a veces será suficiente para sacar adelante una determinada normativa contraria a las intenciones gubernamentales.

Mientras tanto y a día de hoy, esta parálisis legislativa lo único que demuestra es la incapacidad de negociar de todos los grupos parlamentarios, que no consiguen acercar posturas por sus diferencias ideológicas, y que sus discursos sobre la necesidad de un Pacto de Estado en materia energética durante las pasadas elecciones generales eran solo eso, palabras que se las ha llevado el viento.

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