La caída de los precios de los paneles solares junto con las políticas estadounidenses favorables están dando a las tecnologías de almacenamiento de energía la sacudida que necesitan para electrificar el mercado. El ejemplo más reciente es Pacific Gas & Electric, la red eléctrica más grande de EEUU, que quiere instalar cuatro proyectos de baterías por un total de 2.270 megavatios.
El almacenamiento de energía puede almacenar hasta el máximo de su potencia pero también inyectar electrones solares y eólicos a la red.
"El almacenamiento de energía juega un papel cada vez más importante en el futuro de energía limpia de California, y aunque ha formado parte del mix energético de PG & E durante décadas, comenzando con la planta de almacenamiento de Helms en la década de 1980, las recientes disminuciones en los precios de la batería permiten dar una alternativa competitiva a las soluciones tradicionales", ha dicho Roy Kuga, vicepresidente de integración e innovación de la red de PG & E.
"Como resultado, creemos que el almacenamiento de energía será aún más importante para mejorar la seguridad general de la red, integrar las energías renovables y ayudar a los clientes a ahorrar energía y dinero", ha añadido.
De los proyectos aprobados por la Comisión de Servicios Públicos de California, el primero de ellos entrará en operación en 2019, mientras que los otros le seguirán un año después. El Operador del Sistema Independiente de California está incorporando el almacenamiento de energía en combinación con los activos de generación, ya que PG & E Corp., Sempra Energy y Edison International deben comprar colectivamente 1.325 megavatios en almacenamiento para 2020.
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En cuanto a Pacific Gas & Electric, estaría reemplazando tres plantas de energía a gas natural propiedad de Calpine Corp. por estos tres proyectos: 1,540 megavatios, 385,5 megavatios y 182,5 megavatios. También sería dueño de uno de esos proyectos por sí solo, por un total de 750 megavatios. El proyecto 1.540 sería propiedad de Vistra Energy, con sede en Texas, y estaría a cargo de Dynergy Marketing and Trade.
Previsión del almacenamiento en EEUU
The Brattle Group publicó un estudio a principios de este año que decía que los mercados de almacenamiento de energía podrían crecer hasta sumar 50.000 megavatios en una década si el coste continúa cayendo y si las políticas federales y estatales del país americano promueven la tecnología.
GTM Research y Energy Storage Association también publicaron su Energy Review Monitor 2017 Year-in-Review de EEUU, en el que señalaban que entre 2013 y 2017 se generaron 1.000 megavatios-hora, pero que solo en 2018 se generarán más de 1,200 megavatios hora de almacenamiento de energía; el año pasado, fue de 431 megavatios-hora. En total, GTM estima que el valor anual del mercado de almacenamiento de energía de EEUU superará los 1.200 millones de dólares en 2019.
"Hay aplicaciones importantes, pero limitadas, en las que el almacenamiento ya es rentable actualmente", ha apuntillado Judy Chang, directora de Brattle y coautora de su estudio. "Todavía no hemos llegado, pero a medida que los costes disminuyan aún más, el almacenamiento será transformador para la industria energética. En varios estados, los desarrolladores de proyectos, las empresas de servicios públicos y los legisladores están participando en procesos regulatorios para abordar el rompecabezas de cómo integrar mejor los recursos de almacenamiento donde pueden mejorar eficaz y eficientemente las funciones de la red eléctrica".
Chang hace referencia específicamente a la Comisión Reguladora de la Energía Federal, que aprobó permitir a los administradores de la red compensar el almacenamiento de energía de la misma manera que lo hacen con los generadores de energía tradicionales.
El estado de Nueva York también participa activamente en los mercados de almacenamiento de energía. Sus comisiones de servicio público ya han aprobado dos proyectos de este tipo para Consolidated Edison. Todo es parte de los objetivos de renovables del estado, que supone alcanzar 50% de renovables en el mix energético en 2030 y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80% para 2050. La ciudad de Nueva York se propuso en septiembre de 2016 instalar 100 megavatios/hora de almacenamiento de energía para 2020, junto con 1.000 megavatios de capacidad solar para 2030.
La revolución ya está en marcha pero el coste sigue siendo un obstáculo. En este momento, el "coste nivelado" (el coste de las operaciones continuas) de la producción de baterías oscila entre 12 céntimos de euro y 25 céntimos por kilovatio/hora, según la aplicación y el tipo de dispositivo de almacenamiento. Para fines comparativos, el gas natural cuesta 6 céntimos por kilovatio / hora. El coste de almacenamiento de energía todavía debe bajar más.
La buena noticia es que las tecnologías son cada vez mejores y más baratas, lo que incluye no solo las de almacenamiento de baterías, sino también las de los paneles solares. Y cuando se combina con políticas nacionales y estatales favorables, el progreso es imparable. Si continúa, los consumidores serán los beneficiarios, con precios de electricidad reducidos, suministro más seguro y opciones de energía más limpia.
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