Renovables

La transición energética mundial acelera: ya se invierte más en renovables que en petróleo y gas

Las inversiones anuales en nuevas infraestructuras de energías renovables superaron por primera vez el gasto en petróleo y gas en 2023

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La transición energética está cobrando impulso, y la industria se está acelerando hacia una evolución global generalizada y fundamental. Rystad Energy acaba de publicar su informe anual, Global Energy Scenarios 2024, que concluye que el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,6 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales es una tarea monumental, pero aún alcanzable.

El sistema energético mundial está abocado a un cambio transformador en las próximas décadas. Los costes de la energía solar, eólica y de las baterías siguen bajando a una velocidad sin precedentes, y la capacidad está entrando en funcionamiento a un ritmo récord, con un aumento de las instalaciones solares del 60% hasta alcanzar los 360 gigavatios-hora de corriente alterna (GWac) en 2023. Se espera que los vehículos eléctricos (VE) alcancen el 23% de las ventas de turismos nuevos este año, frente al 3% de hace sólo cuatro años, mientras que las inversiones anuales en nuevas infraestructuras de energías renovables superarán por primera vez el gasto en petróleo y gas en 2023.

El coste nivelado de las energías renovables continúa su trayectoria descendente
Para 2060, se prevé que las energías renovables tengan una ventaja de costes del 70% sobre los combustibles fósiles, lo que pone de relieve su creciente competitividad.

La transformación sin precedentes del panorama energético mundial requiere tres pasos claros:

· Limpiar y hacer crecer el sector eléctrico, principalmente mediante la rápida expansión de la capacidad solar, eólica y de almacenamiento en baterías.

· Electrificar casi todo lo electrificable

· Abordar las emisiones residuales de sectores difíciles de eliminar como la industria pesada, la aviación, el acero y el cemento.

“La transición energética mundial ya no es un objetivo lejano: lleva años en marcha y ahora estamos en la fase de aceleración. A medida que la energía solar, las baterías y los vehículos eléctricos sigan superando puntos de inflexión clave, la transición del sistema energético mundial alcanzará una velocidad de crucero sostenible. Entonces, el sector se centrará en mantener el ritmo hacia un futuro energético más limpio y resistente”, dijo Jarand Rystad, consejero delegado y fundador de Rystad Energy

Limitar el calentamiento global a 1,6 grados exige una rápida aceleración de la transición energética, por lo que éste no es el único futuro posible para el sistema energético mundial. En el nuevo informe, analizamos tres posibilidades principales de calentamiento global; escenarios que resultan en1,6, 1,9 o 2,2 grados centígrados de calentamiento global.

La investigación y el análisis de Rystad Energy muestran que, si el calentamiento global alcanzara los 2,2 grados, el ritmo actual de despliegue de tecnologías limpias tendría que ralentizarse significativamente, y la urgencia global detrás de la descarbonización tendría que enfriarse. Para alcanzar el escenario de 1,9 grados, que es el que más se ajusta a nuestro análisis ascendente de la trayectoria actual a corto plazo, los avances recientes deberían seguir una trayectoria similar. Sin embargo, para que el escenario de 1,6 grados se haga realidad, los avances tecnológicos deben seguir una curva en S pronunciada.

Las renovables, imparables

El informe analiza los índices de adopción de tecnologías limpias y examina la rapidez con que se están implantando las energías renovables, comparando su adopción con la de otras tecnologías disruptivas como los automóviles, Internet y los teléfonos móviles. Las cifras muestran que la aceptación de la energía solar, eólica y de los vehículos eléctricos en algunos países está superando con creces a las anteriores tecnologías disruptivas.

En la actualidad, las energías renovables ya son responsables de más de un tercio de la producción mundial de electricidad. Para satisfacer la demanda en nuestro escenario de 1,6 grados, la energía solar y eólica tendrá que crecer hasta el 44% del suministro de energía primaria en 2050. Se trata de una proporción mucho mayor del suministro total que la necesaria en el escenario de 1,9 grados, que requeriría un suministro del 25% a partir de estas fuentes.

Las baterías, el verdadero catalizador de la rentabilidad de los proyectos de renovables
Las baterías, especialmente en sistemas híbridos, están comenzando a ser rentables, abriendo la puerta a un quinquenio marcado por su protagonismo en el sector de la energía.

Sin embargo, las cadenas de suministro de energía solar, eólica, EV y baterías se han expandido a un ritmo rápido, demostrando que pueden cumplir con el requisito de 1,6 grados, y muchas superan ahora incluso a las alternativas de combustibles fósiles en términos puramente económicos sin subvenciones. Por ejemplo, la cadena de suministro de módulos solares alcanzará una capacidad anual de unos 1,65 teravatios de corriente continua (TWdc) a finales de 2024, lo que supone un aumento del 63% en sólo un año. Esta ventaja económica no hará sino crecer a medida que se amplíe la capacidad y se abarate el suministro.

Descarbonización profunda

Alcanzar los objetivos del Acuerdo de París requiere una profunda descarbonización en todos los sectores de la economía y una amplia gama de tecnologías. Aunque el camino que queda por recorrer puede parecer complejo, el informe esboza las tres tareas mencionadas esenciales para alcanzar el cero neto: limpiar y hacer crecer el sector energético, electrificar casi todo y abordar las emisiones residuales.

Las energías renovables son la principal herramienta para abordar la primera tarea. La generación de electricidad por sí sola aportará 15 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono (Gt CO2) en 2023, el 39% de las emisiones anuales mundiales. Esto requiere una rápida expansión de la capacidad operativa solar y eólica y de las capacidades de la cadena de suministro, así como la eliminación progresiva de las centrales eléctricas de carbón.

La segunda tarea consiste en electrificarlo casi todo, incluidos los segmentos del transporte, la industria y la construcción, que actualmente dependen en gran medida de los combustibles fósiles.

Alcanzar el máximo potencial de electrificación económicamente viable en estos sectores supondría el 43% de la reducción total de emisiones necesaria para alcanzar el escenario de 1,6 grados.

Limpiar las emisiones residuales

La tercera tarea consiste en limpiar las emisiones residuales, es decir, las emisiones que no pueden eliminarse mediante la electrificación. Esto requiere el desarrollo y despliegue de nuevas tecnologías, como la captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS), la captura directa de carbono en el aire (DACC), los combustibles alternativos basados en el hidrógeno y los biocombustibles. Sin embargo, muchas de estas tecnologías se encuentran todavía en las primeras fases de desarrollo, por lo que deben lograrse avances técnicos, económicos y normativos significativos para reducir el riesgo de las inversiones en proyectos.

La inversión mundial en CCUS requerirá 196.000 millones de dólares hasta 2034
El apoyo gubernamental en países clave asciende a 80.000 millones de dólares; Norteamérica y Europa son las regiones más activas, según Wood Mackenzie.

La tercera tarea se beneficia de un efecto dominó de las tareas primera y segunda, ya que una mayor eficiencia energética reducirá de forma natural las emisiones residuales de los combustibles fósiles. El futuro sistema energético mundial no sólo será más limpio, sino también más eficiente, suministrando una «energía útil» más barata y con pérdidas mínimas en comparación con los combustibles fósiles tradicionales. En la actualidad, casi la mitad de toda la energía primaria se pierde por emisiones, transporte o ineficiencias de producción. Por ejemplo, la energía de carbón desperdicia el 60% de su potencial energético, mientras que la de gas pierde el 50%. En cambio, los vehículos eléctricos son un 70% más eficientes energéticamente que los diésel cuando están en uso.

Si bien las tres tareas principales tienen el potencial de desbloquear el escenario de 1,6 grados, la realización de un escenario de calentamiento global aún más bajo es extremadamente difícil. Sin embargo, existen un par de ventajas que podrían llevar la reducción de emisiones a otro nivel. La reducción acelerada del metano es una de ellas, dada su gran potencia a corto plazo como gas de efecto invernadero. Tecnologías como la fermentación de precisión en la agricultura se están volviendo muy competitivas y pueden reducir hasta un 97% las emisiones de metano en comparación con la ganadería tradicional, utilizando sólo un 10% de la tierra y un 4% del agua, lo que ofrece una vía espectacular para reducir las emisiones.

Otra ventaja es un uso más eficaz de la tierra, que permite un despliegue más rápido de las energías renovables. Por ejemplo, la coubicación de la energía solar en tierras de cultivo mediante la agrivoltaica podría satisfacer la mayor demanda energética en un escenario de 1,6 grados utilizando sólo el 3,8% de las tierras agrícolas. Combinadas, estas estrategias ofrecen una vía prometedora para alcanzar objetivos climáticos más ambiciosos, especialmente con políticas de apoyo que liberen su potencial.

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Un comentario

  • galan

    05/11/2024

    El articulo, da una informacion exacta, de como sera el futuro de produccion y consumo de energia.

    Es de esperar, que poco a poco, las dos tecnologias energeticas renovables, eolica y fotovoltaica terminen sustituyendo a las otras energias antiguas y menos eficientes.

    Sin embargo, es mas de lo mismo a lo largo de la historia del hombre.
    Si observamos con memoria historica, veremos que todo lo que nos rodea, a sustituido a otras tecnologias anteriores.

    Las eficientes renovables, no iban a ser diferentes.

    Creo que dentro de diez años, habra muchos cambios en consumo y produccion de electricidad en el planeta.

    Aunque creo que yo no lo vere, dentro de veinte, la electricidad terminara llegando a todas las personas.

    No creo que en la historia de cambios tecnologicos, haya habido un hecho tan importante para el ser humano, como este cambio de consumo de energia.

    El articulo esta muy bien, porque tiene en cuenta, como debemos producir alimentos con la menos contaminacion posible.

    La fotovoltaica, llegara a todos sitios donde tengan horas de sol.
    Esto puede ser bueno si se utiliza bien.
    Pero, si se utiliza mal, y convertimos el mundo en una ciudad, porque al tener enegia de sobra la poblacion del planeta aumente, entonces no sera tan bueno.

    Tendremos que reducir las plantaciones agricolas, y las explotaciones ganaderas.
    Teniendo el ser humano, energia electrica de sobra, tendra que plantearse, recuperar parte de la naturaleza que hemos destruido.

    Un mundo con una energia con un sistema circular y sin contaminacion, como nos pueden ofrecer las renovables.
    Y con recuperacion de la naturaleza perdida, es el mundo que yo creo que hay que construir.


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