Diversos especialistas con contrastada experiencia en el sector público, o involucrados en iniciativas de la sociedad civil se han dado cita en la jornada “Energía limpia para Europa: el papel de la ciudadanía y las ciudades” organizada por Amigos de la Tierra para debatir sobre el futuro energético de Europa para esta primera mitad de siglo.
Asimismo, a lo largo de la mañana se ha tratado de definir el papel de las ciudades y de la ciudadanía en la deseada transición hacia una economía baja en carbono dentro del marco de la futura “Unión de la Energía”.
Desde la publicación del Paquete de Invierno “Energía Limpia para todos los europeos”, Comisión, Parlamento Europeo, y los propios Estados Miembro, han estado discutiendo algunas de las directivas enmarcadas en la conocida “Unión de la Energía”: la de Eficiencia Energética, la de Energías Renovables, o la de Diseño de mercado. La finalidad de este Paquete es situar a Europa en línea con el compromiso adquirido en el Acuerdo de París.
Amigos de la Tierra ha apuntado que algunas grandes y medianas ciudades van dos pasos por delante de la legislación europea en cuanto ambición, y que en ciertos casos, además lo han demostrado estableciendo objetivos de reducción de gases de efecto invernadero más ambiciosos que los de Unión Europea. Por ese motivo, la organización considera que hay que seguir dotándolas de esquemas de financiación para que puedan seguir llevando a cabo acciones efectivas encaminadas al cambio de modelo energético.
Fernando Ferrando de la Fundación Renovables ha señalado por su parte que “las ciudades tienen la oportunidad de llevar a cabo la transformación energética que los Gobiernos centrales no se atreven hacer. Sin embargo, hay un gran desconocimiento dentro de la mayoría de administraciones, y en este sentido es fundamental crear espacios de intercambio de know-how entre los Ayuntamientos que lideran la revolución energética y los que tienen el compromiso de hacerlo en un futuro inmediato”.
"Hay que volver a hacer públicos los contratos de suministro de las ciudades que se privatizaron, habría que remunicipalizar, adaptar las infraestructuras a las realidades futuras, que deberían ser públicas y los costes de los servicios a coste marginal", ha añadido.
En cuanto a los retos y dificultades, Alba del Campo, coordinadora de la Mesa de Transición Energética de la ciudad de Cádiz, ha asegurado que “en ciudades como Barcelona, Pamplona o Córdoba se han creado ya, o están en proceso de creación, empresas municipales de comercialización de energía, pero existe un techo puesto por el Gobierno que desincentiva el autoconsumo, complicando la tarea de promoción del mismo a nivel local”.
Papel de los ciudadanos
La ciudadanía energética también ha desempeñado un papel central en la jornada. Así, se han visibilizados las diversas formas colectivas de organización y remarcado la necesidad de convertirla en agente clave para la descentralización del sistema eléctrico y su potencial para cubrir sus propias necesidades energéticas. Por esto mismo se ha hecho hincapié en el estudio, “El potencial de los ciudadanos energéticos”, donde se demuestra cómo la mitad de la ciudadanía de la UE podría producir su propia electricidad en 2050. Sin esta gran aportación la transición hacia un sistema 100% renovable no será posible.
Rodrigo Irurzun, de Ecooo, promotora del proyecto 50/50 destinado a concienciar en escuelas municipales, ha apuntado que, con esta iniciativa “se ha logrado que la comunidad educativa tome conciencia de su gasto energético, consiguiendo un gran ahorro tras la implementación de medidas sencillas; parte de este ahorro se invierte en nuevas medidas de eficiencia energética y la otra se destina a los proyectos que decida de forma colectiva la propia comunidad”.
También ha destacado la iniciativa Oleada Solar, "un proyecto de autoconsumo fotovoltaico interesante y solidario que cuesta mucho sacarlo adelante por las trabas administrativas y también por las distribuidoras. La distribución de la energía eléctrica del gas son monopoliosy por eso actúan con total impunidad, y hay que evitar que se te pongan en contra porque te van a poner pegas hasta la eternidad".
La responsable de cambio climático de Greenpeace, Sara Pizzinato, ha recordado el informe que recientemente ha presentado su organización señalando que "el cambio de mentalidad viene determinado primero por un público de vanguardia, cuyo cambio se basa en la confianza". Respecto a la remunicipalización ha apuntado que "no solo se trata de quién tiene la infraestructura sino también de quién tiene los datos y gestiona esa infraestructura. La información es poder y el Gobierno tiene que dar libertad y acceso a esos datos a todos los ciudadanos que están pagando esa infraestructura".
"Pero hay que tener en cuenta cómo son esas plataformas digitales, a ver si de pasar de estar controlados por las grandes compañías energéticas terminamos en manos de otro sector, del tecnológico o de Google", ha concluido Laura Martín Murillo, consultora independiente especializada en medio ambiente y energía.
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