La Unión Europea corre el riesgo de incumplir sus objetivos climáticos y energéticos a largo plazo, fijados para 2030 y 2050 a pesar de los "logros" conseguidos durante las últimos veinte años, según un informe publicado este miércoles por la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA), en el que el organismo urge a los gobiernos europeos a actuar para evitar que los daños sean "irreversibles".
El documento destaca que el bloque ha realizado "avances significativos" en las últimas dos décadas, sobre todo en términos de mitigación del cambio climático. También ve "signos evidentes de avances" en ámbitos como la reducción de la contaminación del agua y el aire o la introducción de políticas para utilizar menos plástico y para impulsar la economía circular.
No obstante, al mismo tiempo critica la "ralentización" en ámbitos como la reducción de gases de efecto invernadero, las emisiones industriales, la generación de residuos, la mejora de la eficiencia energética o las energías renovables.
"Las perspectivas futuras indican que el ritmo de progreso actual no será suficiente para cumplir los objetivos climáticos y energéticos para 2030 y 2050", alerta el informe de la EEA, en el que la institución también señala que las "tendencias medioambientales generales de Europa no han mejorado" desde la versión anterior del texto, publicada en 2015.
Así, remarca que, pese a los logros conseguidos en los últimos años, la UE "no alcanzará un futuro sostenible, de prosperidad dentro de los límites del plantea, si continúa fomentando el crecimiento económico y busca gestionar los impactos sociales y medioambientales".
Por ello, urge a los países europeos y sus responsables políticos a "aprovechar la próxima década para ampliar y acelerar radicalmente actuaciones" con el objetivo de "evitar daños irreversibles" sobre el medioambiente.
"La evaluación pone de manifiesto que, aunque la mayoría de los objetivos para 2020 no se van a alcanzar, todavía hay una oportunidad de lograr las metas a largo plazo para 2030 y 2050", apunta la Agencia Europea de Medio Ambiente.
La institución pone el acento en la protección y conservación de la naturaleza y la biodiversidad, el ámbito principal en el que los avances son "menos alentadores". En concreto, prevé que la UE cumpla solo dos de los trece objetivos políticos fijados para 2020 dentro de este capítulo: la designación de zonas marinas y zonas terrestres protegidas.
En consecuencia, la EEA alerta de que el estado de la naturaleza "empeorará" y la contaminación del aire, el agua y el suelo "seguirá aumentando" hasta 2030 si "las tendencias actuales no se revierten".
Ante esto, la agencia recomienda una mejor aplicación y coordinación de las políticas actuales, así como impulsar actuaciones que "generen un cambio en los sistemas clave de producción y consumo" que sustentan el estilo de vida moderno, que tiene "un importante impacto medioambiental".
"Tenemos una pequeña oportunidad en la próxima década para ampliar las medidas para proteger la naturaleza, atenuar las repercusiones del cambio climático y reducir radicalmente el consumo de los recursos naturales", ha expresado el director ejecutivo de la EEA, Hans Bruyninckx.
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