Fundación Naturgy y el Real Instituto Elcano (RIE) han organizado este martes la jornada ‘Sendas geopolíticas de la transición energética: la relación transatlántica’, en la que expertos internacionales han analizado cómo se está articulando la respuesta europea tras la publicación de la Inflation Reduction Act (IRA) por parte de Estados Unidos. El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, y Charles Powell, director del Real Instituto Elcano (RIE), participaron en la inauguración de la jornada.
La directora y senior fellow del Center for Strategic and International Studies (CSIS) de Washington, Emily Benson, se ha mostrado convencida de que la nueva ley aprobada por el Gobierno americano “representa para los miembros de la UE, como España, una oportunidad de forjar nuevas alianzas y ayudar a integrar la resiliencia y la seguridad de suministro en una nueva arquitectura económica global”.
La analista del CSIS explicó que la IRA se aprobó para fomentar inversiones, reducir emisiones y reforzar la investigación y desarrollo de tecnologías verdes. “Es la mayor inversión climática de la historia, que inyectará más de 800.000 millones de dólares en la economía americana en los próximos 10 años para tecnologías verdes, en una combinación de ayudas, créditos fiscales y avales”, explicó. Benson sostuvo que “todavía es muy difícil ver quiénes serán los grandes beneficiarios de la IRA, pero sí que ha tenido ya un impacto significativo en el comercio”.
La experta explicó que a pesar de los diferentes modelos para hacer frente al reto climático que representan EEUU y Europa, ambos mantienen puntos en común. “Ambos creen en la importancia de bajar el riesgo frente a China, antes que reducir el acoplamiento económico, y aunque EEUU está intentado reforzar, por ejemplo, sectores críticos como el de los semiconductores, el desacoplamiento total con China no es posible”.
Diferencias con China
También se refirió al alineamiento del sector privado de ambos lados del Atlántico en lo que se refiere a las relaciones comerciales con China, y en este sentido sostuvo que “es importante que el sector privado persuada a las administraciones para mantener las relaciones con el país asiático”.
“Otra preocupación compartida es la continua amenaza de China para reducir exportaciones de minerales y otros productos vitales para la transición ecológica. El giro hacia el proteccionismo podría derivar en alteraciones mayores de la cadena de suministro, que podrían ir desde los paneles solares y los materiales críticos hasta los medicamentos”, según Benson, que concluyó que “nos enfrentamos a un entorno de mayor amenaza geopolítica”.
Sin embargo, a pesar de estos puntos en común, la investigadora americana se refirió también a las “muchas diferencias entre EEUU y Europa para hacer frente a la mitigación del cambio climático”. Así, explicó que el primero promueve acuerdos sectoriales pequeños, considera a China como una amenaza y promueve que sus empresas se alejen del gigante asiático, frente a la apuesta europea de acuerdos multisectoriales y la visión de China como un mercado de exportación relevante. Benson también se refirió a la diferente durabilidad de las políticas que se promulgan a ambos lados del Atlántico, más cortoplacistas en EEUU que en Europa.
El trilema energético y la brecha transatlántica
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, contrapuso también en su intervención los dos modelos a los que se enfrenta actualmente el mundo de la energía: “el americano, que con la IRA incentiva con políticas fiscales y no fiscales, la inversión y la transición energética, y el europeo, que mantiene una aproximación donde prima el cortoplacismo de la sobrerregulación”.
“Desde Naturgy hemos defendido siempre la iniciativa privada de tomar ventaja de todas oportunidades, para incentivar el trilema energético de la sostenibilidad, la seguridad de suministro y los precios razonables”, afirmó Reynés. “El reto que tenemos hoy es buscar un equilibrio entre estos tres objetivos, pero también el cuarto reto que envuelve todo esto es que ello se haga manteniendo una cierta perspectiva de incentivo a la inversión, y una cierta recuperación de la misma, y que la sociedad obtenga un beneficio a corto, medio y largo plazo”.
Por su parte, el director del Real Instituto Elcano, Charles Powell, resaltó otro triple reto al que se enfrenta la UE: la relación con EEUU en un momento de guerra en Europa, la política frente a China en un momento de auge de este país, y la relación con el conjunto de economías emergentes que no están aplicando sanciones contra Rusia.
“La relación transatlántica es preocupante para nosotros porque es una relación de desequilibrio”, según Powel, que afirmó que “la brecha económica, militar y tecnológica entre EEUU y Europa está aumentando y esto se traduce en una creciente irrelevancia de Europa a ojos de EEUU”.
Transición energética como oportunidad de cambio
Tras la intervención principal de Emily Benson, el director del Programa de Energía y Clima del RIE, Gonzalo Escribano, ha moderado un debate con expertos en política energética de la Comisión Europea, la CEOE y el Real Instituto Elcano.
Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano, ha sostenido que “en Europa, dado el mayor estado del bienestar, no podemos estar a la altura de igualar los subsidios que se hace en EEUU si no nos comportamos como una unión fiscal”. Sobre las relaciones políticas transatlánticas, Steinberg afirmó que “la UE no ocupa mucho espacio mental en el Gobierno americano porque somos un aliado, pero hay ocasiones en las que hay que levantar la mano”. Y en clave empresarial, dijo que “las oportunidades para empresas europeas para instalarse en EEUU son muy interesantes”.
El coordinador para España de los Planes de Recuperación y Resiliencia de la Dirección General de la Energía de la Comisión Europea, Carlos Maravall, explicó que “los planes de Recuperación y Resiliencia son la IRA de Europa; incluso en la crisis del pasado invierno no ha habido cortes de gas y electricidad en Europa gracias al trabajo de administraciones públicas y empresas privadas, pero en lugares como California o Australia, sí los han tenido”. “Hemos hecho frente al mayor reto geopolítico de la UE cuando Rusia nos ha querido cortar el grifo de la energía”, en un contexto donde “hay muchos problemas que son mundiales, pero también hay muchos que son locales”, añadió Maravall.
Reto geopolítico en la UE
Por su parte, Claudia Yáñez, responsable de Políticas de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, ha apuntado que “el año pasado nos enfocamos en el REPowerEU y nuestra respuesta a la IRA ha sido una combinación del REPowerEU y el Pacto Verde europeo. Nuestros objetivos eran aumentar el desarrollo de energías limpias, la eficiencia energética y las alternativas de suministro”. “Tenemos que trabajar desde la perspectiva doméstica para poder hacer frente al reto geopolítico”, añadió.
Asimismo, Marta Blanco, presidenta de CEOE Internacional, ha hecho un llamamiento a “ser resilientes y a la vez competitivos”, y para ello ha destacado como elementos imprescindibles “agilizar permisos, aliviar la sobrecarga regulatoria y una política comercial consistente”. “Veníamos de una situación en la que teníamos que diversificar con altos costes energéticos, que nos restan competitividad”, y EEUU con su iniciativa “nos pone en una situación de pensar qué podemos hacer para ser competitivos”, aseveró Blanco.
El presidente de Fundación Naturgy, Rafael Villaseca, clausuró la jornada con una reflexión sobre la importancia de la geopolítica, que está totalmente imbricada con la energía. Villaseca recordó la complejidad de este sector, que vive momentos especialmente tensos, pero se mostró convencido de que la UE “va a diseñar planes de actuación con una visión más allá del corto plazo que nos permitan reaccionar”.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios