La Unión Europea avanza en la gran mayoría de indicadores de desarrollo sostenible, como la esperanza de vida, el uso de energía limpia o la tasa de abandono escolar, mientras que falla en la reducción de los índices de pobreza, según el informe publicado por Eurostat.
La oficina de estadística comunitaria analiza los datos de los Estados miembros sobre 17 indicadores de desarrollo sostenible y su evolución en el periodo 2005-2015.
Sobre los datos de pobreza, casi un cuarto de la población vivía en 2015 en riesgo de pobreza o exclusión social (23,7%), lo que supone una ligera mejora con respecto a 2005 (25,8%).
Un tercio de ese porcentaje en riesgo de pobreza, es decir, 38,4 millones de personas, se ven afectadas por más de una dimensión de la pobreza, entre las que destaca la pobreza monetaria, que afecta al 10,2% de la población.
En el informe destacan los progresos en la reducción de la tasa de abandono escolar, que pasó de 15,3% en 2005 a 11% en 2015, mientras que el porcentaje de población con estudios superiores se sitúa en un 38,7%, un porcentaje significativamente mayor que el registrado en 2002 (23,6%).
Por otro lado, la esperanza de vida en Europa ha crecido tanto en mujeres (83,6 años) como en hombres (78,1). Sin embargo, el número de personas con dificultades para acceder a cuidados médicos por motivos económicos se ha incrementado en un 0,3 % desde 2008, alcanzando el 2,4% de la población en 2014.
En cuanto al uso de energía limpia, Europa ha conseguido avances importantes en los últimos años, duplicando el uso de consumo de energías renovables de 2004 a 2014 (16% del total de la energía por 8,5%, respectivamente).
En materia de empleo, la UE muestra datos preocupantes sobre parados de larga duración, que representan a un 4,5% de la población, un 1,5% más que en los niveles precrisis, mientras que el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan se ha mantenido prácticamente igual (15,8%).
Los indicadores de desigualdad en la UE se han quedado estancados desde 2010, según la publicación, que señala que el 20% de la población más rica gana más de cinco veces lo que el 20 % más pobre, llevándose el 39% de los ingresos en la UE, por el 8% del sector más humilde.
España destaca con la esperanza de vida más alta de la UE (86.2 años para mujeres y 84 para hombres), en una estadística dominada por países del Mediterráneo y del norte de Europa.
Además, España se sitúa como el cuarto país europeo con mayor representación femenina en parlamentos nacionales y regionales (39%), muy por encima de la media de la UE (29%).
En el lado negativo, España es el segundo país de la UE con mayor tasa de parados de larga duración (12,4% en 2015), solo por debajo de Grecia (18,2%), además de tener el séptimo índice más alto de jóvenes de 18 a 24 años que ni estudian ni trabajan (20%).
Además, España se sitúa como el cuarto país europeo con mayor diferencia de ingresos entre los sectores de población ricos y pobres, solo superado por Rumanía, Bulgaria y Lituania, mientras que países como República Checa, Eslovaquia o Finlandia cuentan con la diferencia más baja.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios