Según un análisis realizado por el portal, en los últimos 12 meses se han vendido 123.000 teléfonos móviles a través de su página web. WWF estima que la compra de estos móviles evita la emisión de 3.690 toneladas de CO2 gracias a reducir la producción de nuevos terminales. Si estas emisiones llegaran a producirse, serían necesarios 168.000 árboles para absorberlas, lo que equivale a una superficie de 210 hectáreas.
Además, al optar por un producto de segunda mano en vez de por uno nuevo, se da una nueva vida al producto y se evita una nueva extracción de materias primas. Desde 1960 hasta 2010 el consumo humano ha aumentado su huella sobre la Tierra en un 150% y cada año necesitamos los recursos (materias primas, aguas, oxígeno…) que corresponderían a más de un planeta y medio para cubrir nuestras necesidades.
Georgios Tragopoulos, técnico de eficiencia energética de WWF España destaca que "cada año generamos millones de toneladas de residuos electrónicos tirando nuestros teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos para comprar nuevos artículos. Es importante que fomentemos el consumo responsable a través del reciclaje y la reutilización de productos".
La huella ecológica del móvil
Los smartphones son uno de los artículos electrónicos más vendidos en nuestro país. Actualmente, en España hay 36 millones de usuarios que poseen un teléfono móvil y 27 millones de ellos un smartphone, siendo el país europeo de mayor expansión de esta tecnología. Además, la frecuente aparición de nuevos modelos que cada vez ofrecen más potencia, más resolución y un diseño más atractivo, han hecho que el cambio de dispositivo se dé con bastante asiduidad, elevando la huella ecológica de estos aparatos exponencialmente.
Para disponer de las materias primas necesarias para su fabricación, como por ejemplo cobre, oro, plomo, plata, coltan o litio, éstas tienen que ser previamente extraídas y procesadas, para lo que se necesitan grandes cantidades de recursos naturales, como por ejemplo agua. Asismimo, se emplea una gran cantidad de energía que contaminan la tierra, el aire, el agua y afectan negativamente la vida y el clima de este planeta.
Además, según apunta WWF, hay que sumar las emisiones que se producen durante la fase de fabricación de un smartphone – una media de 30kgCO2e – y la energía media que se consume durante el uso, aproximadamente 7kwh/año.
Si multiplicamos todas estas cifras por los cerca de 20 millones de dispositivos que se venden anualmente en España, las consecuencias para el medio ambiente en términos de emisiones de CO2 son muy elevadas.
Asimismo, cabe tener en cuenta que aunque su ciclo de vida útil puede alcanzar los 7 años, la mayoría de los españoles cambian su teléfono cada 2 años comprando uno nuevo.
Otros países europeos
Además de los teléfonos móviles, los electrodomésticos, ordenadores o muebles también forman parte de la larga lista de artículos cuya compraventa en el mercado de segunda mano resulta muy beneficiosa para el planeta debido a la cantidad de recursos naturales, materias primas y emisiones que su segunda vida ahorra al planeta.
En España aún queda mucho camino por recorrer en este sentido. Según un estudio realizado entre más de 20.000 usuarios de Segundamano, sólo un 6% utiliza el mercado de segunda mano para contribuir al cuidado del medio ambiente. En cambio, en Suecia son 8 de cada 10 los suecos cuya motivación para comprar artículos de segunda mano es la preservación del medio ambiente.
Expertos del portal explican que “la situación económica nos ha enseñado a consumir de forma más responsable. Los viejos clichés sobre la compra de un artículo de segunda mano han quedado atrás y se han transformado en un sentimiento de orgullo por conseguir el producto que deseamos a un mejor precio. Pero aún queda un largo camino por recorrer para que la preservación del medio ambiente sea uno de los principales motivos para el uso de este mercado”.
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