La última venta de arrendamientos en el Golfo de México recaudó 382 millones de dólares en pujas, lo que la convirtió en la mayor venta de arrendamientos de los últimos ocho años. El mayor postor en la licitación fue Anadarko, que ofreció 25 millones de dólares por los derechos de exploración de un único bloque de aguas profundas en el Golfo. Las ofertas totales de la empresa superaron los 100 millones de dólares. También participaron BP, Shell, Hess, Chevron y las grandes petroleras europeas Equinor y Repsol.****
En total, 26 empresas pujaron por los bloques en oferta, con 325 ofertas presentadas por yacimientos que abarcan 650.000 hectáreas. Además de las grandes empresas, también participaron en la licitación pequeños productores, que se asociaron para presentar ofertas colectivas.
Es posible que el interés en la venta de arrendamientos fuera mayor de lo que habría sido en otras circunstancias porque ésta será la última venta de arrendamientos hasta 2025, según los planes del gobierno federal.
Nuevas inversiones en petróleo
"La industria estadounidense del petróleo y el gas en alta mar está dando un paso adelante y realizando inversiones vitales para mejorar nuestra seguridad energética, económica y nacional en las próximas décadas", declaró el presidente de la Asociación Nacional de Industrias Oceánicas, Erik Milito.
La administración Biden no se ha mostrado demasiado dispuesta a celebrar la venta de arrendamientos. Incluso intentó cancelarla, pero un tribunal le ordenó llevar a cabo la licitación, que era una estipulación de la Ley de Reducción de la Inflación.
La obligación de vender derechos de perforación a la industria del petróleo y el gas fue impulsada por el senador Joe Manchin a cambio de su apoyo a la IRA y sus estipulaciones climáticas.
Recurso ganado
El gobierno federal, sin embargo, buscó activamente formas de evitar la subasta, al menos en su tamaño inicial. A principios de este año, el Departamento del Interior decidió reducir el tamaño de la zona a subastar a 67 millones de acres en lugar de 73,4 millones de acres, alegando el hábitat de una rara especie de ballena que se encontraba dentro de la zona inicial. La industria petrolera demandó y ganó.
Al comentar sobre los resultados de esta última ronda, Mfon Usoro, analista principal de Wood Mackenzie, dijo: “El aumento en el alto monto de la oferta reflejó un avance en la demanda por parte de las empresas que buscan asegurar áreas privilegiadas en aguas profundas. Esta fue la última oportunidad para que las empresas reforzaran sus carteras regionales fuera de los acuerdos de adquisición de derechos y los swaps hasta la próxima venta en 2025 y, como era de esperar, las empresas aprovecharon la oportunidad”.
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